MAIL. La Contraloría ha habilitado el correo cashback@contraloria.gob.pa, para todo aquel que quiera denunciar casos de botellas o pagos a terceros en la planilla de la Asamblea. Es como si en 2014 hubiesen habilitado la dirección coimas@contraloria.ya.
EX. Gracias a la planilla que ha divulgado la Contraloría, es posible ubicar dónde están las exdiputadas María “Chelita” Delgado, Cenobia Vargas y Mariela Vega: en los despachos de sus antiguos colegas Nelson Jackson, Benicio Robinson y Marcos Castillero, respectivamente. Delgado recibe $5,000 al mes, y Vargas y Vega, $3,500 cada una. Delgado cobra lo mismo que Mauricel Fátima Agrazal, la exdiputada que ahora es subsecretaria general de la Asamblea. O la subsecretaria no es tan buena en su trabajo o Chelita es la súper funcionaria.
FAMILIA. También está Massiel Vallarino, pariente de Arturo y Ariel Vallarino, y directora ejecutiva de Fundader, la fundación creada por la exdiputada Marilyn Vallarino. Massiel, que recibe $3,000 de la Asamblea, está asignada a la Gobernación de la provincia de Panamá Oeste, en donde opera, precisamente, la fundación que dirige. ¿Es necesario recordar que en política no hay casualidades?
FIESTO. En total, hay 79 personas que ganan más de $5,000 en la Asamblea. El salario de esta gente, al año, representa un gasto de casi $4.7 millones. A ese paso, si no le ponen un alto, lo que logre recuperar el contralor de Panama Ports se irá en pagar salarios, botellas y otras excentricidades.
¿PATRÓN? Según el loco, “un amigo” le contó que en el Consejo de Seguridad Nacional andan diciendo que él está financiando a los movimientos sindicales, civiles y gremiales que han salido a protestar en contra de las últimas acciones del Gobierno. ¿Qué amigo tiene sentado en el Consejo que supuestamente anda filtrando información? Debe ser alguien de mucha confianza para que le haya dado tanta credibilidad al cuento. De paso, ha negado haber puesto “ni un fuc… centavo” para financiar protestas callejeras. Se debe haber quedado corto de plata, porque antes hablaba en términos de reales y no de centavos. Aquí la retórica es importante: que no haya puesto un “centavo” no significa que no haya puesto dólares.