El anuncio del equipo facilitador de la Iglesia católica de que se culminaba la primera fase del diálogo en Penonomé estremeció la mesa de conversaciones entre el Ejecutivo y las agrupaciones sociales, que desde el 21 de julio discuten ocho temas ligados principalmente al aumento del costo de la vida.
La noticia la dio este sábado 13 de agosto al mediodía Francisco Blanco, rector de la Universidad Católica Santa María La Antigua y miembro del equipo de facilitadores de la Iglesia, antes de que se empezara a discutir el tema de corrupción.
“Oficialmente anuncio y comunico que pasamos a la segunda fase, donde la Iglesia seguirá comprometida en los acuerdos que se han llegado y en ese acompañamiento, que sí vamos a seguir dando (...) la Iglesia ahora será acompañante y observadora”, dijo Blanco, después de dos horas en la que representantes de los grupos sociales y el Ejecutivo habían esbozado sus planteamientos de por qué no había un acuerdo en el tema de la CSS, el séptimo de una lista de ocho temas, que empezó con canasta básica.
Blanco, que dio un resumen de lo vivido en la mesa única de diálogo durante los 23 días que lleva instalada, explicó que “el análisis que hemos hecho es que los temas coyunturales fueron más fáciles de llegar a acuerdos, mientras que los otros temas implican una cuestión estructural, como la energía eléctrica, la Caja del Seguro Social, como es el tema de la corrupción, donde incluso las alianzas han solicitado la presencia de otros actores que no están en esta mesa. Es por eso que pasamos de una primera etapa a una segunda”.
Esos actores a los que alude Blanco y que no están en la mesa, serían la Asamblea Nacional, el Órgano Judicial y el Ministerio Público.
Pero los representantes de los grupos sociales que paralizaron el país con huelgas, cierres y protestas durante el pasado mes de julio reaccionaron molestos. Dijeron que el mensaje que enviaba la Iglesia con esta decisión no era de tranquilidad ni de paz. Incluso, algunos hablaron de posibles acuerdos “de recámara” con el Ejecutivo. Varios tomaron la palabra entre ellos, Nelson Cedeño, de la Alianza Nacional de los Derechos del Pueblo Organizado (Anadepo).
Expresó que no esperaba el cierre del diálogo, tomando en cuenta que estaban por entrar a discutir el tema de la corrupción. “La inestabilidad política y social es la que toma cuerpo”, advirtió. Dijo comprender la indignación de algunos compañeros molestos con el anuncio de Blanco, como Eduardo Gil, Fernando Ábrego, Saúl Méndez y otros. Alirio Prado hasta describió lo ocurrido como una “puñalada en la espalda”.
Por su parte, la ministra de Trabajo y Desarrollo Social, Doris Zapata, del equipo de Gobierno, dejó claro que no existe ningún acuerdo entre y el Ejecutivo y la Iglesia. Señaló que el equipo de Gobierno que abordaría el tema de corrupción estaba en Penonomé desde las 8:30 a.m.
Ante la avalancha de críticas, Blanco aclaró que en la tarde podían avanzar con los temas que hacían falta, pero que después éstos tenían que abordarse nuevamente en la fase dos. Cerca de la 2:11 p.m. se anunció un receso para almorzar y atender una reunión en la secretaría con la Iglesia, el equipo de Gobierno y las tres alianzas.
El diálogo se reanudó poco después de las 6:00 p.m. y SERTV mostró imágenes de la plenaria.
Blanco reiteró que la Iglesia continuará dando seguimiento a la segunda fase del diálogo, donde deben estar todos los sectores de la sociedad. Al cierre de esta edición, le dio la palabra a las moderadoras (Cherty Mendieta y Elsy Lezcano) para abordar el último tema de la agenda de discusión: corrupción.