La Asamblea Nacional financió con fondos públicos los boletos aéreos de tres diputados que asistieron al Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia, un evento de orientación evangélica celebrado en Montevideo, Uruguay, entre el 16 y el 21 de junio pasados, cuando Dana Castañeda ejercía como presidenta del Legislativo.
Según documentos publicados en Panamá Compra, los diputados beneficiados con el viaje fueron Lilia Batista y Yuzaida Marín, del partido oficialista Realizando Metas (RM), y Jairo Bolota Salazar, del Partido Revolucionario Democrático (PRD).

El boleto de Batista, diputada del circuito 13-4 (La Chorrera), tuvo un costo de $2,289. El de Marín, también representante del mismo circuito, costó $2,789. En tanto, el pasaje de Salazar, diputado del circuito 3-1 (Colón), representó un gasto de $2,491.

El evento
El Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia es un foro con marcado enfoque religioso y conservador, de corte cristiano evangélico, que promueve una agenda denominada “pro‑vida".
Según su sitio web oficial, el objetivo del congreso es “influir en todos los gobiernos de Iberoamérica, a través de la gestión legislativa, políticas públicas y acciones de la sociedad civil”.

Entre los principales oradores figuraron pastores evangélicos de diversos países, incluido el panameño Edwin Álvarez, fundador de la Comunidad Apostólica Hosanna.

Durante la actividad, el diputado Salazar —quien en sus redes sociales se describe como “hombre pecador”— fue homenajeado. Vestido con saco y corbata, subió al podio para pronunciar un discurso.
“La creencia del panameño en su gran mayoría es que existe el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo. Creemos en la familia como el único modelo que dejó Jesucristo (...) Aspiramos a tener un gobernante cristiano, un creyente en Jesucristo (...)”, afirmó el diputado colonense.
De hecho, la participación de los diputados panameños en la actividad figuraba en el programa oficial.
Otro participante en la actividad fue el diputado Ernesto Cedeño, del Movimiento Otro Camino; sin embargo, a diferencia de sus colegas, no hay registros de que su boleto aéreo haya sido cubierto con fondos públicos.
¿Viaje oficial o participación religiosa?
Se desconoce si la participación de los diputados fue considerada una misión oficial de la Asamblea Nacional o si asistieron a título personal, como creyentes. En la sección de Transparencia del portal oficial del Legislativo no aparece ningún registro del viaje: la información más reciente corresponde a abril de 2025, con un aviso que indica que no se realizaron viajes ese mes.
Tampoco se ha publicado ningún informe que detalle los resultados o aportes legislativos derivados de la asistencia al evento. Este tipo de rendición de cuentas es habitual cuando se trata de viajes institucionales con fondos públicos, especialmente si se argumenta que están relacionados con funciones del cargo.
En junio pasado, el Legislativo se encontraba en receso; no obstante, el Ejecutivo convocó a sesiones extraordinarias para analizar varios nombramientos realizados por el presidente José Raúl Mulino.
La ausencia de documentación pública deja abierta la duda sobre la naturaleza del viaje: si fue una representación formal del Estado panameño ante un foro internacional o una participación voluntaria en un evento de índole religiosa.
El artículo 35 de la Constitución garantiza la libertad de religión, pero también subraya que “no se establecerá el carácter oficial de ninguna religión”. Esta disposición busca evitar que el Estado favorezca o promueva doctrinas religiosas específicas mediante recursos públicos o respaldo institucional.
Desde el pasado 1 de julio, la Asamblea Nacional tiene una nueva junta directiva que está presidida por el diputado Jorge Herrera, del Partido Panameñista.