El presidente José Raúl Mulino, advirtió sobre las implicaciones económicas y logísticas que tendría una eventual exclusión de los barcos panameños de los puertos de Estados Unidos, a propósito de una investigación que adelanta el Congreso de ese país sobre los “cuellos de botella” para el comercio internacional.
“Me alegro que así lo hagan. Que lo hagan y se instruyan respecto del problema de movilización de carga a nivel mundial”, aseguró.
¿Quiénes son los más grandes beneficiarios del registro panameño? Las grandes empresas comerciales que mueven carga para los Estados Unidos", destacó Mulino. Recordó que las grandes empresas comerciales que transportan carga hacia Estados Unidos operan bajo bandera panameña. Lo informó en la conferencia de prensa de este jueves 20 de marzo.

¿Quiénes son los más grandes beneficiarios de la construcción de naves? Los ship owners, los dueños de barcos del mundo", añadió.
Recordó que Estados Unidos no tiene bandera, y que eso no se construye con un decreto ejecutivo. “Una bandera es mucho más que el pedacito de bandera flotando en un barco. Tiene que haber todo un mecanismo de organización, de supervisión, de cumplimiento a nivel mundial, sobre todo en los temas de seguridad marítima y la vida humana en el mar”, añadió.
‘Abanderábamos hasta los remos’
A la vez, resaltó la relevancia estratégica de Panamá en el ámbito del registro marítimo internacional, recordando su evolución histórica, su adaptación a los estándares de seguridad global y su impacto en el comercio internacional. Si bien reconoció la necesidad de mejoras y ajustes, enfatizó que el registro panameño sigue siendo un pilar fundamental para la navegación comercial, especialmente en el contexto de las dinámicas económicasactuales.
El presidente de la República recordó que el debate sobre los registros no es nuevo y que Panamá ha cambiado significativamente desde la creación de su registro en 1917. “En aquel momento, abanderábamos hasta los remos. Pero eso mutó a la condición de registro abierto y mucho más después del 11 de septiembre, cuando tuvimos que depurar las naves antiguas”, explicó.
Asimismo, señaló que el sistema panameño ha logrado alinearse con los estándares internacionales de seguridad marítima y que actualmente el país forma parte de la “lista blanca” de la Organización Marítima Internacional (OMI), organismo que por primera vez en la historia es presidido por un panameño. Se trata del arquitecto naval Arsenio Domínguez.
“Eso habla muy bien del registro panameño. Que hay que hacer cambios, por supuesto. Hay que limpiar ineficiencias y combatir la vieja corrupción que quedó en la Autoridad Marítima”, agregó el gobernante.
De acuerdo con datos oficiales, en noviembre de 2024, el registro de buques de Panamá contaba con 8,742 naves, lo cual suma más de 249 millones de Toneladas de Registro Bruto (TRB).

De astilleros y mares
Mulino también reflexionó sobre las regulaciones internacionales y los desafíos geopolíticos y económicos que enfrenta el sector marítimo.
“Hoy, siete de cada 10 barcos se construyen en algún astillero chino. Esa es una realidad que no se puede desmentir y mucho menos destruir de un día para otro”, afirmó. Puso un ejemplo: en un astillero chino, un Post-Panamax (barco de gran tamaño) se arma en unos meses, pues trabajan entre tres mil y cinco mil personas. Entonces preguntó: “¿A quién le va a convenir, por ejemplo, montar astilleros en Chicago o en California? Eso no lo paga nadie”.
Mencionó que en lugares clave para la fabricación de barcos, como Japón, a través de los astilleros Yokohama e Imabari, al igual que en Corea, han cedido ante la oferta de los astilleros chinos.
“No estoy defendiendo a nadie. Espero que mañana no quede citado como si estuviera defendiendo la producción de barcos chinos, porque eso no es así. Estoy tratando de ser didáctico”, aclaró.
Mulino concluyó su intervención subrayando que el comercio marítimo es un sector fluctuante y que cualquier decisión debe tomarse con una visión de largo plazo. “No se trata de decisiones emocionales. Se trata de planificación, proyección y entender dónde está el negocio hoy y dónde estará en 10 o 15 años”, afirmó.
Tiempo de tensiones
La investigación, cuyo propósito inicial es recopilar información, es conducida por la oficina jurídica de la Comisión Marítima Federal (FMC, por sus siglas en inglés), cuyo presidente, Louis Sola, ha alimentado la teoría del gobernante Donald Trump acerca de un supuesto control chino sobre la operación del Canal de Panamá. Esto ha sido desmentido de manera sostenida por el gobierno panameño y la Autoridad del Canal de Panamá.
Las rutas investigadas son la marítima del Norte (en el Ártico, punto de unión de los océanos Atlántico y Pacífico), el Canal de la Mancha, el estrecho de Malaca, el estrecho de Singapur, el estrecho de Gibraltar y el Canal de Suez.
