Los cierres de vías en Bocas del Toro cumplen ya más de 12 días y la desesperación se intensifica entre los productores agropecuarios de la provincia. El productor independiente Adonai Quezada, con fincas en la zona, describe el panorama como crítico: sin poder cosechar, transportar ni vender sus productos, afirma que la economía local está al borde del colapso.
“Estamos totalmente paralizados en la provincia. No podemos comercializar nuestras cosechas ahorita mismo, estamos totalmente secuestrados”, denunció Quezada en entrevista con La Prensa, al referirse a los múltiples retenes instalados principalmente por miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria Bananera de Bocas del Toro (Sitraibana), quien exige la derogación total de la Ley 462, que reformó el sistema de pensiones de la Caja de Seguro Social (CSS).

Según relata, en estos momentos hay más de 14 puntos de cierre en toda la provincia. “Solo a pie uno puede pasar los retenes que tienen instalados”, explicó.
Árboles caídos, montículos de piedras y barricadas improvisadas impiden el paso vehicular, incluso para transportar alimentos perecederos. “Cerca de un millón y medio de dedos de plátano se están perdiendo semanalmente”, lamentó Quezada.
El impacto no solo afecta a medianos y grandes productores. Los pequeños agricultores, que dependen de la venta diaria de racimos de plátano, papaya, cilantro o tubérculos, también han quedado atrapados en una situación sin salida.
“Hay productores que sacan 3 o 4 racimas de plátano por día y salen a la carretera a venderlos. ¿Cómo la están pasando ahora?”, se preguntó con visible frustración.
De acuerdo a lo que afirma Quaza, la situación se agrava por el silencio de las autoridades. Reprochó la ausencia de funcionarios del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) en la mesa de diálogo entre el Gobierno y Sitraibana. “Aquí no hay ningún ministro, ningún viceministro, ni secretario técnico del MIDA. No ha habido ninguna respuesta por parte del gobierno. Cero comunicación”, afirmó.

Para el productor, la falta de representación institucional en las negociaciones evidencia el abandono del Estado hacia la provincia. “Nosotros lo que pedimos es que nos traten aquí en Bocas del Toro como que si Bocas del Toro fuera Panamá. Porque somos parte de Panamá”, añadió.
Respecto al liderazgo del secretario de Sitraibana, Francisco Smith, en el proceso de negociación, Quezada se mostró cauteloso. No obstante, afirmó que no los representa.

El productor también cuestionó el silencio de las autoridades locales. “Usted no ha oído ni ha visto una pronunciación del gobernador. No hay nadie”, dijo.
Reconoció que muchos directores regionales han sido sobrepasados por la magnitud del conflicto: “No le podemos exigir a alguien que no tiene la autoridad de decisión que negocie algo que tiene que decidir el gobierno central”.
Quezada hizo un llamado al respeto mutuo entre quienes protestan y quienes producen: “Todo el mundo tiene derecho a protestar, pero el derecho de ellos termina donde comienza el mío. Esta provincia es 100% agropecuaria. Y ahorita necesitamos que nos vean, porque nuestros derechos están siendo vulnerados”.
El productor concluyó con una reflexión que encapsula el sentimiento de abandono que, según él, pesa sobre Bocas del Toro: “No nos ven como parte de Panamá, como ven a Chiriquí o a Veraguas. Nos ven como que fuéramos de otra parte”.
Una delegación del gobierno del presidente José Raúl Mulino se ha sentado en una mesa con el los miembros de Sitraibana, pero de acuerdo con Francisco Smith, secretario general del sindicato bananero, “no hay acuerdo”. Insisten en la derogación total de la Ley 462.