Un análisis del gasto promedio por diputado en la Asamblea Nacional expone una marcada desigualdad en el uso de los recursos públicos entre las distintas bancadas políticas.
El Partido Revolucionario Democrático (PRD) encabeza la lista con un promedio de $102,384.31 por diputado, una cifra que contrasta fuertemente con los niveles de gasto de las bancadas minoritarias.
La coalición independiente Vamos y el Movimiento Otro Camino (Moca) se sitúan en el extremo opuesto, con promedios de $15,222.50 y $16,383.33, respectivamente, lo que los perfila como los grupos más austeros de la Asamblea Nacional.
Entre estos extremos, bancadas como Realizando Metas (RM), Cambio Democrático (CD) y el Partido Panameñista (PAN) presentan niveles de gasto intermedios, reflejando una distribución desigual que plantea interrogantes sobre los criterios de asignación y uso de fondos dentro del órgano legislativo.
Por ejemplo, el CD y el Partido Panameñista, cuyas bancadas de ocho diputados reportan gastos de $270,645 y $251,388, respectivamente, tienen gastos promedio de $33,830.63 y $31,423.50 por diputado.
Por otro lado, la bancada de Realizando Metas (RM), con 15 diputados, presenta un gasto promedio de $37,410, acumulando un total de $561,150.
El silencio de los diputados
Este medio consultó a todos los jefes de bancada: Alaín Cedeño, de RM; Orlando Carrasquilla, de CD; Jorge Herrera, del Partido Panameñista; Javier Sucre, del PRD; y Janine Prado, de la coalición Vamos. Sin embargo, esta última fue la única que respondió.
Los funcionarios que cumplen con su deber, que asisten a su puesto de trabajo y desempeñan con responsabilidad sus tareas (los veo todos los días dando la milla extra) no tienen nada que temer.
— janine (@janineprado06) April 14, 2025
Pero el LLENO COMPLETO de hoy en la Asamblea, por el pago en cheque y la auditoría de…
De hecho, Prado respaldó las auditorías a las planillas de la Asamblea Nacional y pidió que sus resultados se hagan públicos, acompañados de las denuncias correspondientes. “Estas auditorías son justas y necesarias”, afirmó.
Para la diputada, es urgente que la Junta Directiva de la Asamblea explique cómo, si la normativa permite la contratación de hasta 20 personas por un monto máximo de $20 mil mensuales, existen diputados que manejan cifras que alcanzan los cientos de miles. Cuestionó, además, que muchos de esos contratados no trabajen realmente en la Asamblea y se mantengan bajo la figura de “trabajadores circuitales”.
El mal que nunca termina
Según Prado, las planillas reflejan “el mal que nunca termina”, alimentado por la politiquería y el clientelismo que, a su juicio, se extienden incluso a las oficinas de participación ciudadana, creadas supuestamente para fortalecer el vínculo con los electores.
Estas estructuras —dijo— han sido cooptadas por una lógica de beneficios personales y favores políticos, alejándose de su propósito original. “La Asamblea debe asumir su responsabilidad en esta distorsión y dejar de blindar a quienes abusan del sistema”, reclamó.
Me asignaron 12 personas que no trabajan conmigo en mi planilla. Fue un “error” de la Contraloría… Lo denuncié el Lunes, antes del escándalo. Y aunque la contraloría reconoció su falla, lo publicaron. Fui personalmente a exigir respuestas:
— Luis “Lucho” Duke (@LuchoDuke) May 3, 2025
A la Contraloría, a la Presidencia y… pic.twitter.com/BO61x6OpfK
Pese al sombrío diagnóstico, la diputada también hizo un llamado a reconocer a quienes, como ella, optan por la transparencia y el uso responsable de los recursos públicos. “También hay que destacar a quienes estamos con el ejemplo, demostrando que se puede trabajar con austeridad”, señaló, en referencia al modelo que promueve su bancada.
Prado concluyó reiterando que la fiscalización no debe ser selectiva ni simbólica, sino contundente, para que la Asamblea recupere algo de la confianza ciudadana.
Los reyes de la planilla
En la bancada del PRD, compuesta por 12 diputados, la planilla legislativa asciende a $1.2 millones mensuales y agrupa a unos 700 funcionarios. Sin embargo, la distribución del personal no es equitativa entre los parlamentarios. El caso más llamativo es el del diputado Benicio Robinson, presidente del PRD, cuyo despacho concentra a 145 colaboradores, lo que representa un gasto mensual de $261,225 para el Estado.

Robinson encabeza la lista de legisladores con mayor gasto en planilla, seguido por Marcos Castillero, quien, aunque registra más empleados (150), incurre en un desembolso menor: $226,282 al mes. Detrás figuran Jaime Vargas, con 82 funcionarios y un gasto de $164,120, y Crispiano Adames, con 63 personas y $122,850 en planilla.