Noviembre: fiestas patrias. En el mes en que más se piensa en Panamá, un estudio plantea una pregunta necesaria: ¿cómo se hace patria?
El documento Compromiso Cívico Hoy: Una mirada a las tendencias de voluntariado y participación ciudadana en Panamá, elaborado por la Fundación Voluntarios de Panamá con el apoyo de Gallup, ofrece algunas pistas. Revela cómo y cuánto participan los ciudadanos en la vida pública: quiénes donan, se involucran, confían o se mantienen al margen.
“El compromiso cívico consiste en acciones y valores prosociales que impulsan la convicción y la acción”, señala el documento de 73 páginas, que midió actitudes y comportamientos cívicos en una muestra representativa de más de 1,200 personas mayores de 15 años.

Un país que ayuda, pero con reservas
El estudio muestra que uno de cada tres panameños (34%) realizó voluntariado en el último año, un aumento de 14 puntos desde 2012. Las causas que más mueven son la niñez y juventud (63%) y la educación (61%), seguidas por los derechos humanos y la salud. Además, el 44% de la población donó dinero o bienes, aunque la mayoría de las contribuciones no supera los $100.
El informe advierte que la falta de confianza es una barrera para donar: 17% de los no donantes desconfía de las instituciones o desconoce el uso de los fondos. “Existe una oportunidad para que las organizaciones establezcan mecanismos que otorguen mayor confiabilidad a la gestión de las donaciones”, recomienda el estudio.

Las marchas y el voto, ejercicios ciudadanos
Los jóvenes de 15 a 24 años se inclinan por las marchas o fundaciones; los adultos mayores, por votar, donar o contactar a autoridades. El voto sigue siendo la acción cívica más extendida. De hecho, Panamá mantiene una de las tasas de movilización a las urnas más altas de América Latina, con 77.7%.
En las elecciones de mayo de 2024, el 77.7% de los habilitados para votar acudió a las urnas, según datos del Tribunal Electoral.
“Cabe destacar que, en todos los grupos etarios, la actividad más frecuente de participación ciudadana es el ejercicio del voto, consolidándose como el mecanismo principal de expresión cívica para la mayoría de los panameños”, se lee en el documento.

El voluntariado, además, potencia otras formas de participación. “Las personas que han hecho voluntariado tienen aproximadamente cinco veces más probabilidades de donar que aquellas que no lo han hecho”, señala el informe.
El capital invisible
Para los investigadores, Carolina Freire y Jhonatan Astudillo, el voluntariado no solo es una práctica solidaria, sino una fuente de cohesión y confianza social.
“El compromiso cívico ha demostrado mejorar la cohesión social, caracterizada por la reciprocidad y una sólida red de relaciones que une a las personas”, cita el estudio. Sin embargo, advierte que el 63% de los voluntarios financia su labor con recursos propios y que la falta de capacitación (solo 34% la recibe) puede desalentar la participación.
Para Astudillo, el investigador principal, “las diferencias observadas reflejan las desigualdades socioeconómicas y territoriales existentes, así como las distintas oportunidades de participar, condicionadas por el acceso al tiempo libre, la información y las redes sociales”.
Sin embargo, el documento resalta el elevado sentido de eficacia colectiva, pues el 79% de los panameños considera que sus acciones pueden contribuir a mejorar la vida de otros y fortalecer su comunidad.

Una patria en construcción
Una de las principales conclusiones del estudio es que el voluntariado actúa como puerta de entrada a otras formas de participación social. Los datos muestran que quienes han sido voluntarios tienen cinco veces más probabilidades de donar que quienes no lo han hecho.
También resalta que aunque los voluntarios panameños “están altamente motivados”, se puede mejorar la gestión del voluntariado para lograr una mayor retención. En la práctica, de acuerdo con el informe, reciben poco apoyo para realizar su labor voluntaria. Por ejemplo, sólo el 27% recibe alimentación o vivienda y el 20% recibe apoyo para el transporte.
Además indica que la mayoría de la población coincide en que el voluntariado contribuye a una sociedad más equitativa, a combatir la pobreza y a empoderar comunidades. No obstante, más de la mitad considera que los empleadores no toman en cuenta esta trayectoria al momento de contratar, lo que a juicio de los investigadores, plantea una oportunidad para reforzar entre las empresas el valor del voluntariado para la formación de habilidades blandas y técnicas para el empleo.


