La guerra fría entre la Asamblea Nacional y la Contraloría General de la República por la auditoría a las planillas legislativas y el pago de la quincena en cheques a los funcionarios, sumó otro capítulo este miércoles 16 de abril. Desde el Palacio Justo Arosemena se sigue cuestionando la efectividad real del proceso, al tiempo que se ha fomentado un cruce de palabras entre diputados y el contralor, Anel Bolo Flores.
El pleno legislativo se transformó en un campo de réplicas dirigidas a Flores, luego de sus polémicas declaraciones en días recientes. La diputada Grace Hernández, del Movimiento Otro Camino, proyectó una imagen del pasado del contralor, cuando figuraba como aspirante presidencial por el Partido Revolucionario Democrático (PRD). Un día antes, el contralor la señaló en las redes sociales. Dijo que se vendió “como santita”, pero aprendió rápido.

“No confunda ser mansa con ser mensa. Usted dijo que sabe donde están las botellas, sáquelas, pero no afecte a los que sí trabajan (...) Lo que sucedió esta semana lo deja ver como incapaz del puesto que ostenta”, le respondió Hernández.
El pago por cheques se enmarca en una revisión iniciada en marzo pasado por la Contraloría General de la República, ante denuncias sobre presuntos funcionarios que cobrarían sin laborar, conocidos como “botellas”. Sin embargo, el 14 de abril, la Asamblea estuvo repleta de funcionarios que negaron ser botellas, pero que algunos diputados dijeron “jamás haber visto” en el Palacio Legislativo.
Otra que habló del tema en el pleno fue Yarelis Rodríguez, de la coalición Vamos. Describió el proceso como “caótico”, lo que se sumó a reclamos que pedían respeto al contralor por sus recientes expresiones.
“La forma en la que se hizo fue un total caos. Una falta de organización a tal magnitud sabiendo que somos 4,000 funcionarios en esta institución (...). Indiscutiblemente, es importante la fiscalización y la transparencia, pero me preocupa si el verdadero objetivo era fiscalizar, porque también vi que diputados fueron a retirar la resma de cheques de sus funcionarios, y entonces yo me pregunto si esto fue un show”, señaló Rodríguez ante sus colegas diputados.
Rodríguez también exigió respeto, en particular, para las mujeres, luego de que Flores también se refiriera a la presidenta del Legislativo, Dana Castañeda, como una “batallonera”.
¿110 botellas?
Más allá de los calificativos, desde el Legislativo también se cuestionó la efectividad de la medida. Según cifras divulgadas por la propia Contraloría General de la República, se entregaron 3,812 cheques y solo 110 están pendientes de ser retirados.
A esta situación se refirió el diputado Ernesto Cedeño, de Moca, quien pondera la fiscalización, aunque consideró inefectiva la entrega de cheques a superiores inmediatos de funcionarios.
“Si vas a entregar [los cheques] a los jefes de departamento, no tiene ningún sentido y efectividad, por lo menos, esa parte”, destacó el diputado. Al tiempo, subrayó que hay una línea delicada en lo que respecta a una intervención en la administración de un poder del Estado.
“No puede haber ese silencio o la amenaza [del contralor] de que va a cambiar la forma de administrar un órgano del Estado”, explicó Cedeño sobre los señalamientos de Flores en medios de comunicación.
Recientemente, el contralor dijo en entrevista con TVN que había mandado a comprar relojes de marcación para verificar la asistencia de funcionarios en la Asamblea. Al respecto, Cedeño volvió a reiterar su advertencia sobre la intervención de Contraloría en un poder del Estado.
“El reglamento orgánico de la Asamblea permite la marcación de asistencia manual, por lo que [Contraloría] no puede ir en contra del régimen interno ni de la Asamblea ni de ninguna institución”, explicó.
En relación con los 110 cheques aún no retirados, Cedeño explicó que, según la información que maneja, los beneficiarios no pudieron asistir por vacaciones o situaciones justificadas.
Esa misma versión la sostuvo la Asociación de Servidores de la Carrera Legislativa. Su presidenta, Karina Connell, negó que quienes no han retirado los cheques sean “botellas” y señaló que muchos tienen condiciones personales que explican su inasistencia.
Al tiempo, la Asociación advirtió que si la Contraloría mantuviera la medida para la próxima quincena, los “encontrarían” en la Asamblea.
La efectividad en la identificación de botellas también fue mencionada por el diputado Crispiano Adames, del PRD, quien fue más allá y señaló que “que rompa las botellas de la planilla 172 de la Presidencia, que allí hay bastantes”, sumándose a los reclamos de sus colegas sobre la intencionalidad final de las investigaciones.
Adames desafío al contralor, cuestionando si la intención de la auditoría “es cancelar puestos de trabajo para dárselos a otros”, manifestó.
Por su parte, la Contraloría General de la República defendió la medida a través de un comunicado, en el que señaló que el proceso “se enmarca en los esfuerzos por garantizar la correcta administración de los recursos públicos (...) Una vez concluya la auditoría actualmente en curso sobre las planillas de la Asamblea Nacional, se procederá a evaluar las acciones correspondientes en relación a los pagos realizados”.
Por otro lado, distintas agrupaciones de la sociedad civil, han respaldado las labores de fiscalización y verificación que ha llevado a cabo la Contraloría, pidiendo sanciones para quienes hayan malversado fondos públicos.
“Las organizaciones firmantes apoyamos la labor de fiscalización que la Contraloría General de la República ha iniciado en la Asamblea Nacional y solicitamos que sean robusta, profunda y meticulosa”, señalaron ene un comunicado conjunto.
La entidad auditora no ha notificado formalmente sobre el hallazgo puntual de ‘botellas’, no obstante, las investigaciones continúan su curso.