‘Aquí no hay cuarteles clandestinos’: Rector de la UP responde a las acusaciones del presidente Mulino

El rector de la Universidad de Panamá (UP), Eduardo Flores Castro, respondió a las recientes declaraciones del presidente José Raúl Mulino, donde lo calificaba de permitir “toda clase de trincheras políticas y de conspiración política”, en la institución educativa.

‘Aquí no hay cuarteles clandestinos’: Rector de la UP responde a las acusaciones del presidente Mulino
Eduardo Flores Castro, rector de la Universidad de Panamá. Alexander Arosemena

Durante una entrevista en exclusiva a La Prensa, Flores Castro expresó su preocupación por las declaraciones del mandatario, mismas que calificó como una falta de valoración hacia la principal institución pública de educación superior.

Desde los primeros minutos, el rector dejó claro que sus objeciones no eran solo personales. “Lamento las declaraciones del presidente”, dijo, “porque denotan desconocimiento del papel histórico que ha jugado esta universidad en la vida democrática de Panamá”.

Los argumentos

Con precisión cronológica, repasó algunos hitos que marcaron el papel de la UP en la historia: el rechazo a los tratados Filós-Hines en 1947, las siembras de banderas de 1958 y 1959, el 9 de enero de 1964. “Incluso durante la dictadura militar, la universidad fue contestataria”, afirmó. “Y lo seguimos siendo”.

Habló también de los aportes técnicos y científicos de la institución: el análisis de alimentos, medicamentos y cosméticos por ley, el monitoreo de la capa de ozono, la vigilancia sísmica, los estudios nucleares regionales. “Decir que todo eso se reduce a 30 estudiantes en la calle es no entender lo que hacemos”, lamentó.

Flores también rechazó las acusaciones de violencia institucionalizada. “No permitimos hechos violentos en el campus”, dijo. “Y cuando detectamos a alguien —sea o no estudiante—, actuamos de inmediato”. Incluso contó que recientemente capturaron a un encapuchado no matriculado que agredió a otra persona.

¿Espacios políticos?

Sobre el uso de espacios dentro de la universidad —como quioscos y fotocopiadoras— para supuestos fines políticos por parte de movimientos estudiantiles, también emitió una defensa. “En ocho años y medio como rector, no he adjudicado ninguno”, aclaró. Y aprovechó para deslizar un anuncio: “No tengo intención de reelegirme”. Explicó que los espacios otorgados a asociaciones estudiantiles son regulados, alquilados y auditados.

Fue un poco más allá: “La Universidad de Panamá no discrimina ideas”, dijo, en referencia al alquiler de auditorios a organizaciones como la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (CONUSI), de la cual forma parte el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (Suntracs). “Si pagan y cumplen, se les alquila. Lo mismo hacemos con grupos evangélicos o culturales. La universidad no puede ser una inquisición ideológica”.

Ante las insinuaciones de relaciones partidistas, Flores respondió: “Tengo 68 años y jamás he pertenecido a un partido político. Mi vida ha sido la academia”. Lo dijo sin rencor, pero con la firmeza de quien ha cargado con etiquetas que no le corresponden.

También abordó el mito de los “estudiantes eternos”. Mencionó con orgullo a una persona que se graduó a los 88 años. “La universidad no puede negarle el derecho a quien quiere aprender, aunque sea de a poco”, sostuvo. “La educación no tiene fecha de caducidad”.

Derecho a la protesta

En cuanto al equilibrio entre protesta y orden, reveló que ha dialogado con todos los grupos estudiantiles. “Hemos sido claros: protestar es un derecho, pero encapucharse no lo es. Si identificamos a alguien así, va a disciplina. No podemos permitir que unos pocos manchen a todos”.

Al ser consultado sobre la acusación presidencial de ser “trinchera de conspiración”, simplemente respondió: “No sé en qué consiste. Nadie conspira aquí. Eso se decía también en tiempos de los militares. Pero la universidad no trama golpes. Aquí se piensa, se debate, se enseña”.

No obstante, reconoció que las clases se ven afectadas cuando hay enfrentamientos. “Los gases lacrimógenos interrumpen todo. A veces migramos a lo virtual. No es lo ideal, pero es lo posible”. Aclaró que, actualmente, por remodelaciones, varias facultades están operando en modalidad virtual.

Flores defendió también a los estudiantes que, según él, sí luchan por mejores condiciones. “Pelean por papel higiénico, por cafeterías dignas. No por ideologías abstractas. Y saben que dependemos del presupuesto”. Anunció con entusiasmo la reciente inauguración de una radio digital en la Facultad de Comunicación.

Al cierre, alzó la voz apenas lo justo para que se oyera la convicción: “Nos dan presupuesto para sobrevivir, pero no para crecer”. Luego recordó con esperanza el avance del Centro Regional de San Miguelito, una obra de 80 millones que espera inaugurar este año. “Eso —dijo— también lo ha hecho esta universidad que algunos llaman guarida. Nosotros la llamamos Universidad de Panamá”.

Antes de despedirse, hizo una pausa, bajó el tono de voz y extendió una invitación que sonó más a llamado de Estado que a simple gesto protocolar. “A mí me gustaría tener con el presidente un diálogo más sosegado”, dijo, como quien busca tender puentes por encima del ruido. ¿Habrá algún acercamiento?


LAS MÁS LEÍDAS

  • Mulino responde a Trump sobre la petición de tránsito gratuito de barcos comerciales de EUA por el Canal de Panamá. Leer más
  • Así funcionará el nuevo interés preferencial para compra de viviendas en Panamá. Leer más
  • Magistrada López sostiene que Contrataciones Públicas incumplió normas al objetar contratación de auto blindado. Leer más
  • Gobierno retira apoyo al puerto en Isla Margarita tras años de irregularidades; estos son los actuales concesionarios. Leer más
  • Empresa minera dispuesta a negociar tras señales del gobierno. Leer más
  • Una de las exfinalistas del concurso de Oratoria alza la voz por el caso Ifarhu. Leer más
  • Congresista republicano cuestiona al presidente Mulino por proyecto de puerto en Isla Margarita. Leer más