La escasez de combustible comienza a sentirse en Changuinola, Bocas del Toro, donde varias estaciones de servicio han agotado las reservas de gasolina de 91 y 95 octanos. Según residentes de la zona, en algunos puntos solo queda diésel disponible, mientras que los conductores deben recorres distintos centros de servicio en busca de abastecimiento.
La falta de suministro responde a los múltiples cierres de vías que desde hace semanas impiden el paso regular de los camiones cisterna hacia la provincia. Las protestas, promovidas en su mayoría por el Sindicato de Trabajadores de la Industria Bananera (Sitraibana), han paralizado el tránsito en varios tramos clave de Bocas del Toro.

Sitraibana mantiene una huelga indefinida desde hace más de 20 días. Exigen la derogación de la Ley 462, que modifica el régimen de prestaciones de la Caja de Seguro Social (CSS). Uno de los puntos más controversiales, según los dirigentes sindicales, es la presunta omisión de un requisito clave para acceder al subsidio por enfermedad.
Pese a una nueva ronda de negociaciones sostenida el domingo por la noche con los ministros de Trabajo y Comercio, los dirigentes de Sitraibana ratificaron que seguirán con la huelga y los bloqueos. Así lo confirmó Francisco Smith, secretario general del gremio, tras concluir el encuentro con los representantes del Ejecutivo.

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La protesta ya ha generado impactos económicos significativos. Chiquita Panamá, principal empresa bananera del país, cerró sus oficinas en Changuinola debido a la paralización de actividades. La compañía advirtió que la huelga afecta directamente a 7,000 trabajadores y pone en riesgo más de 24,000 empleos indirectos vinculados a la industria bananera, considerada el principal motor económico de Bocas del Toro.
La falta de combustible trae a la memoria los prolongados cierres de carreteras registrados en 2023, cuando las protestas contra el contrato minero también causaron un severo desabastecimiento de combustible en diversas regiones del país, incluida Bocas del Toro.
En aquel entonces, las filas para abastecerse de gasolina se extendían por horas, y muchas actividades comerciales quedaron suspendidas por falta de transporte.
Por aquellos días, el desabastecimiento fue tan grave que incluso se agotó el gas para cocinar, dejando a muchas familias sin una forma básica de preparar sus alimentos.
