En medio de la creciente tensión en Bocas del Toro, el presidente José Raúl Mulino aseguró este domingo 22 de junio que la situación va mejorando, aunque evitó ofrecer detalles y delegó la responsabilidad del reporte al ministro de Seguridad, Frank Ábrego.
“El ministro es quien se encarga de eso”, dijo el mandatario sobre la provincia en conflicto. “Me dan informes, pero prefiero que sean ellos quienes informen al país”, añadió en una entrevista con Telemetro, sin precisar medidas concretas ni plazos.
Consultado sobre si hay intereses políticos detrás de las protestas, Mulino fue enfático: “Esto no lo dude. Desde hace rato”.
Como parte de la #OperaciónOmega aseguramos la Plaza Changuinola e instala la base de operaciones Delta, para ir retomando el control en áreas comerciales y mitigar los actos de vandalismo. Continúan las diligencias de allanamientos, despeje de vías y capturas de delincuentes. pic.twitter.com/opTPnVyDU0
— Policía Nacional (@policiadepanama) June 22, 2025
La declaración avivó las especulaciones sobre una posible instrumentalización del conflicto social, que ya ha dejado múltiples detenidos, episodios de vandalismo y un creciente descontento en Changuinola.
Nueva base
En un intento por recuperar el control de Changuinola, epicentro de las protestas en Bocas del Toro, la Policía Nacional anunció que, como parte de la denominada Operación Omega, se ha asegurado la Plaza Changuinola e instalado la base de operaciones Delta.
La estrategia busca retomar las zonas comerciales, golpeadas por actos de vandalismo, y restaurar el orden en una ciudad que sigue bajo tensión.
Las autoridades informaron que continúan las diligencias de allanamiento, el despeje de vías y la detención de personas señaladas como responsables de delitos durante las manifestaciones.

Aunque el despliegue policial es visible en puntos clave del distrito, la percepción ciudadana aún está marcada por la incertidumbre y el temor en esa zona.
Por el momento, varios residentes de Changuinola colaboran con la limpieza de las calles, que han quedado sucias debido a los bloqueos y enfrentamientos entre grupos de personas y agentes de la Policía Nacional.