La fiscal electoral de Chiriquí, Vanesa Pitty, renunció a su cargo luego de denunciar presiones políticas y personales que, según afirmó, comprometen la independencia de la Fiscalía General Electoral y “socavan la aplicación de la ley”.
En la carta de renuncia que se dio a conocer durante la noche del pasado viernes 31 de octubre, también reprochó la falta de respaldo institucional ante los “ataques cobardes” que dijo haber recibido en redes sociales.

En la nota dirigida a la fiscal general electoral encargada, Ana Raquel Santamaría, Pitty aseguró que el pasado 30 de octubre fue contactada telefónicamente por María Elisa Chacón, jefa de personal de la entidad, quien le indicó que debía presentar su renuncia. “Una instrucción de esa naturaleza, al margen de los procedimientos correctos, es muestra clara de una falta de respaldo hacia quienes hemos dado lo mejor de nosotros. Reflexioné y comprendí que permanecer en estas condiciones sería negar mis principios y la pasión con la que siempre me he entregado a mi trabajo”, añadió.
Pitty no detalló nombres de los presuntos responsables de las presiones políticas o personales.
La Fiscalía General Electoral, es un organismo autónomo creado para procurar la justicia electoral mediante “investigaciones y actuaciones apegadas a los principios legales y constitucionales” para prevenir y combatir los delitos y faltas electorales. Esta entidad también participa como garante de los derechos políticos y actúa ante los juzgados penales electorales, según lo establecido en el artículo 628 del Código Electoral.
Hasta el momento de redactar esta noticia, la institución no había hecho un pronunciamiento oficial sobre este caso.
Dilio Arcia, quien era el fiscal general de la institución, falleció el pasado 12 de septiembre.


