Once años después, el tema vuelve a la agenda pública. Panamá y Colombia retomaron el ambicioso proyecto de interconexión eléctrica entre las dos naciones. El relanzamiento de la iniciativa se celebró este lunes 16 de diciembre con una reunión entre autoridades de ambos países, en la que se discutieron la sostenibilidad del proyecto, la protección del medio ambiente, los costos y el impacto social de la obra.
La obra, que busca unir los sistemas eléctricos de ambos países mediante una línea de transmisión submarina, contempla una inversión estimada de al menos 800 millones de dólares.
Así lo aseguró Juan Manuel Urriola, secretario de Energía de Panamá, en una conferencia de prensa en la que participaron Javier Martínez Acha, ministro de Relaciones Exteriores de Panamá; Omar Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía de Colombia; y Jorge Jaramillo, gerente general del proyecto, entre otros.

Compromiso
Durante la conferencia, celebrada en la Cancillería, Martínez Acha destacó que la interconexión Panamá-Colombia es un compromiso entre los dos presidentes: José Raúl Mulino, por Panamá, y Gustavo Petro, por Colombia. También subrayó que este acuerdo involucra a las cancillerías de ambas naciones y prometió que la obra se llevará a cabo respetando la biodiversidad y la sostenibilidad.
“La interconexión eléctrica no es solo un proyecto de infraestructura, es una herramienta para fortalecer la seguridad energética, aprovechar el potencial de nuestras fuentes renovables y consolidar a Panamá como un puente energético entre el norte y el sur de la región”, afirmó el canciller.
Por su parte, Omar Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía de Colombia, señaló que el proyecto se encuentra en un momento de “madurez”. Reconoció que, si bien ha enfrentado retrasos, también ha dejado aprendizajes importantes.

Urriola manifestó que el proyecto cuenta “con el respaldo político” de los dos presidentes. Recordó que hace 11 años él mismo estaba al frente de la Secretaría Nacional de Energía cuando la obra inició. En esa época, explicó, las conversaciones “fueron buenas”, pero con las siguientes administraciones, el proyecto “perdió el respaldo político” y quedó estancado.
Ahora, aseguró, con “condiciones muy diferentes, de transición energética bien marcada”, la iniciativa vuelve a ponerse en marcha. “Esta vez sí cortamos la cinta”, enfatizó.
Para el desarrollo del proyecto los dos países crearon la asociación llamada Integración Eléctrica Colombia Panamá, que actualmente está funcionando, y de acuerdo con Urriola, el costo estimado del proyecto es de $800. “Es una obra de tecnología de punta”, aseguró el funcionario para agregar que “en su momento pico”, podrá darle trabajo a por lo menos 2 mil personas.
Ambiente: ‘proyecto complicado’
Por su parte, Juan Carlos Navarro, ministro de Ambiente, recordó que este es un proyecto de “importancia estratégica” y por eso le han dado “prioridad”. “Este es un proyecto complejo. Es tecnológica y técnicamente complicado. Implica líneas de transmisión submarinas y terrestres. En el lado colombiano (...) hay temas ambientales y sociales críticos, como también los hay del lado panameño. Estos proyectos sólo se pueden realizar con una licencia social y la plena participación y aprobación de nuestras comunidades indígenas”, manifestó.

La ruta propuesta, añadió, “tocaría” varios pueblos indígenas, comunidades que según Navarro tendrán la última palabra.
“Desde el punto de vista ambiental, son áreas extraordinariamente importantes (...)”, añadió.
El proyecto, liderado por Etesa de Panamá e ISA de Colombia, contempla un sistema de transmisión de 500 kilómetros con una capacidad de transporte de 400 megavatios, utilizando tecnología de corriente directa HVDC.