Dino Mon, director de la Caja de Seguro Social (CSS), no deja lugar a dudas al abordar uno de los temas más controvertidos del segundo bloque de reformas que actualmente se discute en la Comisión de Trabajo, Salud y Desarrollo Social de la Asamblea Nacional: la administración de las inversiones del fondo de pensiones.
Las bancadas de Realizando Metas (RM) y la coalición Vamos han dado un paso al frente con propuestas que buscan redefinir quién debe administrar el Fondo de Reserva de Pensiones.
RM ha propuesto que el Banco Nacional y la Caja de Ahorros sean los encargados de gestionar las inversiones y buscar mejores rendimientos de estos fondos.
Por su parte, la coalición Vamos ha optado por una solución intermedia: plantea que, aunque la CSS continúe siendo responsable de la administración de las reservas, se le permita delegar las inversiones a las mencionadas entidades bancarias.
El proyecto de ley 163, en su artículo 65, que modifica la ley de 2005, indica que la dirección de la CSS, en este caso liderada por Mon, “podrá delegar en una o más personas jurídicas con licencia de administrador de inversiones emitida por la Superintendencia del Mercado de Valores de Panamá o su equivalente en otras jurisdicciones reconocidas por esta, la administración de la cartera de inversiones o una parte de ella”.
Sobre este tema, el director considera que la CSS es una entidad autónoma y que, por lo tanto, no puede estar sujeta a los intereses de instituciones financieras como el Banco Nacional y la Caja de Ahorros.
El director de la CSS explica que uno de los problemas más graves de esta propuesta es la falta de experiencia de los bancos estatales en manejar depósitos a largo plazo. Según Mon, mientras que las instituciones financieras pueden estructurar depósitos a corto plazo, como de uno a tres años, no tienen la capacidad ni las herramientas para gestionar fondos a largo plazo, como los que requiere la CSS.
Este déficit en la estructuración de depósitos a largo plazo dificultaría la posibilidad de asegurar los rendimientos adecuados para los asegurados del sistema.
Además, Mon señala que el Banco Nacional no tiene la infraestructura ni la capacidad para gestionar la totalidad de las inversiones de la Caja de Seguro Social. Si los fondos no pudieran colocarse en préstamos personales o hipotecas, la única opción viable sería la compra de bonos del Estado, lo cual, para Mon, es una medida insuficiente y limitada.
De hecho, indica que la dirección financiera de la misma CSS puede hacer este tipo de inversiones.
De acuerdo con el director de la CSS, esta situación subraya la importancia de que la administración de los fondos de pensiones permanezca en manos de la entidad autónoma, que cuenta con departamentos especializados en la gestión de inversiones a largo plazo.