La Asamblea Nacional se alista para cerrar su actual periodo de sesiones el próximo miércoles 30 de abril, con cruciales proyectos de ley sin debatir ni aprobar. Mientras prácticas como el ausentismo y la falta de quórum paralizan la agenda en el pleno.
Las reformas al reglamento interno, diseñadas para limitar privilegios de los diputados y mayor transparencia, encabezan la lista de iniciativas que están en el limbo. Mientras que para segundo y tercer debate, hay una lista que supera los 30 proyectos de ley.
Las reformas al reglamento legislativo son una vieja promesa que aún no se concreta, a pesar de las crecientes demandas ciudadanas por mayor transparencia y eficiencia en el trabajo legislativo.
No obstante, hay temas que han dominado la atención del palacio Justo Arosemena. Entre noviembre de 2024 y marzo de este año, la Asamblea se centró en la reforma a la ley de pensiones y jubilaciones de Panamá. Antes de eso, los diputados pusieron su mirada en la discusión del presupuesto general del Estado, proyecto que enfrentó varios obstáculos.

Más de 30 proyectos
Las reformas al reglamento no son el único asunto pendiente de debate. El diputado Luis Duke, de la bancada independiente Vamos, expresó su frustración el pasado jueves por la sobrecarga de temas en el orden del día, que incluye más de 30 proyectos de ley para discutir y 18 nombramientos para ratificación.

“Tenemos el espacio para seguir debatiendo”, indicó. Poco antes, había dicho que en ese momento había 26 diputados en el pleno y 10 más en comisiones.
“No me parece que, a pocos días de concluir la legislatura, estemos considerando terminarla sin debatir los proyectos de ley que el pueblo panameño está esperando”, subrayó.
En debate
En este contexto, algunos proyectos clave han logrado mantenerse en la agenda. Uno de ellos es la propuesta de ley de economía circular, que aún espera su tercer debate. La diputada Janine Prado, jefa de la bancada independiente “Vamos”, destacó la relevancia de esta iniciativa, que busca impulsar la reactivación económica, generar nuevas fuentes de ingresos y proteger el medio ambiente.
“Este proyecto representa un esfuerzo conjunto que no solo debe interesar a nuestra bancada, sino a todo el país”, destacó Prado en una entrevista con La Prensa.

Otro proyecto que aún aguarda su segundo debate propone modificaciones al Código Penal para aumentar las penas y eliminar la posibilidad de acuerdos judiciales en casos de abuso contra menores de edad y personas con discapacidad.
Prado subrayó la urgencia de esta iniciativa, dada la alarmante cantidad de casos de abuso reportados, especialmente en su provincia natal, Veraguas. “Es una prioridad proteger a los más vulnerables y asegurar que los delitos cometidos contra ellos reciban el castigo correspondiente”, afirmó. Pidió apoyo a sus colegas para impulsar esta propuesta.
En su balance de gestión, Prado también resaltó que, en los últimos 10 meses, su bancada presentó más de 130 anteproyectos de ley, muchos de ellos enfocados en educación, el fortalecimiento del sistema de salud, la ampliación del acceso a servicios básicos como el agua potable y la promoción del cuidado ambiental.
Leyes sancionadas
Recientemente, la Asamblea aprobó una ley que establece un nuevo régimen de interés preferencial, sancionada el viernes pasado por el presidente José Raúl Mulino. Ese mismo día, el mandatario firmó también la ley que modifica los procesos de la justicia comunitaria de paz, producto del consenso entre varios proyectos: uno presentado por el Ministerio de Gobierno, y otros dos por los diputados Yarelis Rodríguez, de Vamos, y Jorge Herrera, del Partido Panameñista.
La auditoria, la amnistía
Sin embargo, en las últimas sesiones, la actividad legislativa en el Palacio Justo Arosemena ha estado marcada por dos eventos destacados. Primero, el inusual pago de la segunda quincena de abril mediante cheques físicos, en lugar de los habituales depósitos bancarios. Esta medida forma parte de una auditoría impulsada por la Contraloría General de la República, cuyo objetivo es detectar posibles casos de “botellas”, es decir, personas que reciben salarios públicos sin desempeñar funciones reales.

También, ha generado controversia la discusión de proyectos de ley que proponen amnistías para delitos relacionados con emblemáticos casos de corrupción, lo que ha encendido el debate público sobre la necesidad de reforzar, y no debilitar, los mecanismos de rendición de cuentas. Sin embargo, dos de estas iniciativas fueron rechazadas por la Comisión de Gobierno.
Jairo Bolota Salazar, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), promovió una propuesta, mientras que Luis Eduardo Camacho, de Realizando Metas (RM), impulsó otra.


Ausentismo, eterno mal
En el Legislativo también se ha destacado la ausencia de varios diputados, especialmente en el pleno. La diputada Alexandra Brenes ha sido una dura crítica de este fenómeno. Señaló que, aunque los diputados marcan asistencia, muchos abandonan las sesiones poco después. También criticó que las sesiones convocadas para las 3:00 p.m. suelen comenzar a las 4:00 p.m. y terminan antes de cumplir el mínimo reglamentario de cuatro horas, lo que afecta la productividad legislativa.
Un claro ejemplo de las curules vacías ocurrió el pasado jueves. “Somos 71 diputados, ¿cómo es posible que aquí no estén todos? Estas prácticas deben terminar”, comentó el diputado Luis Duke, al señalar que en el pleno solo había 26 diputados presentes y otros 10 se encontraban en comisiones.
La presidenta de la Asamblea, Dana Castañeda, expresó su apoyo a esta crítica. “Estoy totalmente de acuerdo. Estoy aquí para debatir los proyectos de ley que tenemos en agenda, que son muchos. Sin embargo, en este momento no podemos aprobar nada porque no tenemos los 36 votos necesarios para tomar decisiones. Estoy a favor de agotar la agenda legislativa”, declaró, añadiendo que llamaría a los jefes de bancada para discutir el tema.
“Esta Asamblea no puede detener el funcionamiento del país”, afirmó. Decretó un breve receso para reunirse con los jefes de bancada y un cuarto de hora después apareció. Cerró la sesión y hasta el lunes próximo.

De este modo, mientras algunas bancadas intentan concluir el periodo mostrando avances concretos, el saldo general refleja una serie de temas postergados, reformas inconclusas y la sensación de que, una vez más, la Asamblea Nacional queda en deuda con el país.