Más de 4,000 migrantes retornan desde Panamá hacia el sur, tras el endurecimiento de la política migratoria de Trump

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aseguró este jueves 20 de marzo que la situación migratoria en el país está controlada y que el flujo inverso de migrantes retornando desde el norte no ha representado el problema logístico que inicialmente se temía.

Durante su habitual conferencia semanal, Mulino detalló que, en lo que va del año, se han registrado 4,091 migrantes en tránsito de retorno, que vienen de la frontera de México y Estados Unidos hacia el sur.

Las que muestran un incremento en febrero y marzo en comparación con enero. Según los datos oficiales, en enero retornaron 216 personas, mientras que en febrero la cifra aumentó a 1,910 y, en marzo, hasta la fecha, se han contabilizado 1,457.

El mandatario destacó que este tránsito se ha dado de manera gradual y que las autoridades panameñas, en conjunto con el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Servicio Nacional de Migración, han facilitado el proceso para que los migrantes puedan continuar su viaje de forma rápida.

Más de 4,000 migrantes retornan desde Panamá hacia el sur, tras el endurecimiento de la política migratoria de Trump
Migrantes abordan una embarcación en Miramar hacia la frontera con Colombia. Captura de pantalla de video de EFE

En esta ruta inversa, el distrito de Santa Isabel, en la provincia de Colón, se ha convertido en un nuevo punto de tránsito para los migrantes que vienen del norte y salen de Panamá vía marítima, hacia Colombia y su frontera con Venezuela.

Según el alcalde de Santa Isable, Amed Meza, en las últimas semanas han recibido entre 80 y 100 migrantes diarios, principalmente venezolanos, quienes llegan a través de un corredor coordinado entre Migración y el Ministerio de Seguridad.

Desde el puerto de Miramar, los viajeros son transportados hacia la frontera con Colombia en un trayecto que busca garantizar su salida segura hacia el sur.

La decisión de utilizar Santa Isabel como punto de embarque surgió tras un accidente en la ruta anterior, lo que llevó a las autoridades a optar por este puerto.

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Migrantes en la comunidad de Miramar, Colón. Algunos no tienen dinero para retornar a sus países. LP/ Alexander Arosemena

A pesar del esfuerzo de las autoridades locales y de la comunidad, el distrito enfrenta serias dificultades para gestionar el flujo de migrantes.

Meza destacó que han acondicionado una casa de hospedaje con luz, agua y baños básicos para quienes deben pernoctar antes de continuar su trayecto. Sin embargo, los recursos son limitados, y la alcaldía ha solicitado apoyo del gobierno central para atender las necesidades más urgentes, como el manejo de residuos y la mejora del centro de salud local.

“Estamos haciendo todo lo posible con lo poco que tenemos, pero necesitamos más respaldo para garantizar condiciones dignas a quienes pasan por aquí”, expresó el alcalde.

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En Miramar, provincia de Colón, hay unos 100 migrantes que retornaron porque no pudieron ingresar a Estados Unidos. LP/ Alexander Arosemena

Esta crisis expone las carencias estructurales del distrito, cuya economía se basa principalmente en la pesca y un turismo incipiente.

Meza insiste en la necesidad de una mayor coordinación con el gobierno para mejorar la infraestructura y la logística del tránsito migratorio, especialmente con la provisión de baños portátiles y personal médico para atender emergencias.

El retorno de cientos de migrantes en un fenómeno de migración inversa se ha intensificado tras el endurecimiento de las políticas migratorias implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Cierre en Darién y reunión con Petro

Mulino también informó sobre el cierre casi total del punto de Lajas Blancas, en Darién, uno de los principales sectores de tránsito migratorio en la frontera de Panamá con Colombia, para los migrantes irregulares que buscaban ingresar a Estados Unidos.

“Estamos a un 97% de control en esa zona”, afirmó, agregando que las organizaciones internacionales que operaban en el área han comenzado a desmantelar sus campamentos. Con esto, Panamá busca poner fin a la existencia de estaciones de recepción de migrantes en ese sector, lo que marca un cambio en la dinámica migratoria del país.

En el marco de esta labor, Mulino adelantó que el viernes 28 de marzo recibirá en Panamá al presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una visita oficial que incluirá una reunión bilateral de alto nivel. Se espera que la migración sea uno de los temas centrales del encuentro, junto con la cooperación en seguridad entre ambos países. “Estoy seguro de que este será un tema de alto impacto y de importancia mutua”, subrayó el presidente panameño.

Mulino destacó que la cooperación entre Panamá y Colombia en materia migratoria y de seguridad se encuentra en un momento positivo. Resaltó las buenas relaciones entre las instituciones encargadas del control fronterizo de ambos países, lo que, a su juicio, ha permitido una mejor coordinación para atender la crisis migratoria.


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