El ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, afirmó este miércoles que las fuerzas del orden no utilizan armas letales en los operativos de control de protestas, y que el caso del joven fallecido en Rambala, Chiriquí Grande, Bocas del Toro, está en manos del Ministerio Público.
“La unidad de control de multitudes llega al lugar, dispersa la manifestación con los gases respectivos y luego ven un cuerpo tendido a unos 300 metros de donde estaban los policías”, explicó Ábrego en referencia al incidente ocurrido el martes 17 de junio en el distrito de Chiriquí Grande.
El joven, de acuerdo a lo que contó el ministro, fue trasladado al hospital de Rambala, donde se confirmó su muerte. El ministro aclaró que el caso fue entregado a una fiscalía como una “noticia criminal” y que no corresponde a su despacho hacer valoraciones sobre la causa del fallecimiento. “Sí sabemos el nombre de la persona, pero ya eso está dentro de la carpetilla y le toca entonces al Ministerio Público hablar de este caso”, añadió.
Ábrego confirmó que el fallecido presentaba “un golpe en la espalda”, pero subrayó que será la autopsia ordenada por las autoridades forenses la que determine las circunstancias del deceso.

Frente a los señalamientos en redes sociales sobre una supuesta segunda víctima con una herida en la cabeza, el ministro fue tajante: “Desvirtuamos ese hecho porque hemos estado verificando y preguntando, y no apareció ninguna persona herida en ningún hospital del país, y mucho menos en esa región, en las condiciones que se vio en el video (...)”.
Ábrego insistió en que los estamentos de seguridad no emplean armas de fuego ni perdigones durante las protestas. “Muchas de nuestras unidades van sin armas, van simplemente con el escudo, el casco y la protección que les podamos dar. Nadie usa armas de fuego cuando va en esta acción de trabajo”, recalcó.
El ministro también señaló que la intervención del martes se dio luego de que protestantes se dirigieran hacia un puesto de control del Senafront y la Policía Nacional, cuyas unidades solicitaron refuerzos debido a la falta de equipamiento. “Estaban simplemente de turno vigilando en el lugar”, explicó.
La muerte del joven ocurrió en el contexto de las protestas en Bocas del Toro contra la Ley 462, que reformó el sistema de seguridad social, y que ha desatado bloqueos de vías y huelgas por más de un mes.
El pasado sábado las fuerzas de seguridad pública activaron la Operación Omega para intentar desbloquear las vías de acceso a Bocas del Toro, estrategia que según las propias autoridades ha significado el despliegue de 1,350 uniformados en dos ejes operativos, desde Hornitos hasta Changuinola.
Manifestantes rechazan diálogo
Manifestantes de la zona, de acuerdo con un reportaje de la agencia de noticias EFE, rechazan el diálogo y aseguran estar dispuestos a “dar sangre” por tumbar esa ley ya en vigor.
“No vamos a salir hasta que no se derogue esa ley (que reforma la Seguridad Social). No queremos ningún diálogo. Si tenemos que dar sangre para que se derogue, lo tendremos que hacer”, respondió uno de los protestantes encapuchados a EFE, desde la zona de Almirante, Bocas del Toro.
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