¿Qué hay detrás de la obsesión de Trump con el Canal de Panamá?
Es muy difícil determinar la causa que lo llevó a declarar semejante absurdo. No fue la razón, y precisamente por eso, podemos especular per sécula seculórum. No creo que esté obsesionado.
¿Entonces qué es?
Es un tema que utiliza para apelar a la emoción de su base, haciéndose pasar como un verdadero defensor de la Patria. Quiere imitar a Vladimir Putin, a quien admira y considera como un modelo de poder, por su perfil autoritario.
¿Qué efecto busca Trump entre sus votantes con esta amenaza?
Busca con sus absurdos distraer la atención ciudadana sobre problemas reales, como la necesidad de enfrentar el alto costo de medicamentos y atención médica. Crea un ambiente de circo para halagar a la derecha y extrema derecha, presentándose como una especie de nuevo Teddy Roosevelt para revivir el argumento del “Destino Manifiesto” que planteó Monroe en el siglo XIX.
¿Pero lanza amenazas…?
Sí, como el “bully” que es, para medir la reacción pública a sus palabras y, a partir de eso, adecuar su acción a ese resultado, mientras disfruta de la atención de los medios de información que reportan y celebran cada una de sus locuras porque vende y eleva los ratings.
¿Él sabrá algo que no sabemos acá?
Trump es una persona sin escrúpulos, que siempre ha utilizado cualquier medio a su alcance para ganar, como le enseñó su mentor, el horrible Roy Cohn. Es posible que su motivación sea económica y aspira a que los dos puertos que administra Hutchinson, en el Pacífico y Atlántico, pasen a consorcios norteamericanos bajo la dirección de amigos o simpatizantes, y en los cuales él o miembros de su familia puedan recibir algún beneficio económico.
¿No tiene nada que ver, entonces, con el futuro de los Estados Unidos?
Solo tiene que ver con él, su imagen, su inagotable narcisismo.
Puente, túnel, centro de convenciones, puerto de cruceros… ¿el otorgamiento de tantos contratos a megaproyectos manda una señal equivocada a USA?
Los megaproyectos que molestarían a Trump son aquellos en donde él o sus socios y amigos no estén envueltos, controlando y ganando dinero.
¿Qué tanto están calando en EU las palabras de Trump?
Las primeras encuestas indicaban un rechazo de 42% vs el 33%, pero eso puede cambiar rápidamente. La idea de que el Canal fue regalado a Panamá por un débil presidente aún tiene vigencia en el tipo de mentalidad que todavía no acepta que el sur perdió la guerra civil de 1864 y que no acepta un billete de cinco dólares porque tiene el rostro de Lincoln. Cada país contiene a una población que, por lo general, se cree superior a sus vecinos. El Canal fue norteamericano una vez y Estados Unidos fue el responsable final de su existencia. Si se convierte en un tema patriotero, creo que hasta los demócratas se pronunciarían a favor de recuperar el canal para no lucir como “antipatria” o “woke”.
¿Por qué canales se debe comunicar el gobierno panameño con esa gente?
La queja a las Naciones Unidas del presidente Mulino fue oportuna. Se debe consolidar una base internacional de países y gobiernos que repudian lo expresado por Trump. Se reporta que el senador Marco Rubio, recién ratificado como Secretario de Estado, viajará a Panamá próximamente. Sería el momento perfecto para que el gobierno de Panamá públicamente exija explicaciones y pruebe que lo que Trump exige es un desafuero absoluto y que sus acusaciones del “control chino” son falsas.
¿Qué le comentan o preguntan, como panameño, los extranjeros sobre este tema?
Todos creen que Trump es un irresponsable y se solidarizan con Panamá.
¿Está el gobierno panameño reaccionando con la seriedad que amerita el caso?
Hasta ahora, creo que sí. Pero tienen que tomarlo en serio y apoderarse de la iniciativa, no dejar que sea Trump quien determine la narrativa.
¿Cómo podemos defendernos en temas tan serios como estos, con el mediocre servicio exterior de roscas que tenemos?
No votando en las elecciones por partidos políticos clientelistas.
Su respuesta a los panameños que piensan que es mejor que EU se quede con el Canal porque los beneficios no le llegan a la población.
Los beneficios del Canal no llegarán jamás a la población de una manera razonada, visible y productiva mientras esa población continúe inscribiéndose y votando a favor de la corrupción política en Panamá.
¿Y su mensaje a los panameños trumpistas?
Guíense por la realidad, no por el odio, el resentimiento o la revancha.
¿Para qué debe servirle al país las declaraciones de Trump sobre el Canal? ¿Qué oportunidades de mejora traen?
Sus amenazas deberían motivar a la población a ser más participativa en los asuntos que afectan a Panamá. Eso incluye evitar que personas corruptas, o patrocinadas por corruptos, administren el interés nacional.
¿Cuál es la diferencia entre Trump en su primera presidencia y ahora?
Ahora se cree más superior que nunca y viene a cobrárselas a los que se opusieron, han escrito libros o son humoristas que lo satirizan diariamente.
¿Qué tan radicales son las personas que lo rodean?
¿Qué te pareció el saludo nazista de Musk evidenciado por los medios audiovisuales? Hoy, los nombramientos en puestos gubernamentales están basados en la sumisión y obediencia personal a Trump y no en la capacidad del elegido. Quiere decir que esos no son servidores públicos, son servidores de Trump, y para estar en esa posición, este los tiene que haber considerado como gente que hará lo que él les diga, no importa lo extremo, incorrecto, antiético o anticonstitucional que resulte.
Su temor principal con Trump.
La desaparición de la actual Constitución de Estados Unidos y el empoderamiento de una política aislacionista, racista y desconectada de ideales o derechos humanos, antiecológica, antirracional, homofóbica, misógina y antisolidaria, fundamentada en una visión enferma de Estados Unidos como un sitio donde el poder de una persona es lo que determina qué le conviene o no al pueblo.
¿Cómo cree que será su gobierno?
Dijo en la campaña electoral que cuando fuera presidente, la guerra entre Rusia y Ucrania él la acabaría en 24 horas, y eso no ha ha sucedido. No va a terminar el muro que no hizo antes. No va a deportar a once millones de personas. No va a disminuir el tamaño del Estado y con eso ahorrar un trillón de dólares. No va a crear un sistema de salud universal que cubra las necesidades de sus ciudadanos. Su administración se convertirá en una cleptocracia si el órgano judicial no lo impide. Eso es lo que me sugiere la realidad. Pero es casi imposible determinar de qué es capaz alguien como Trump.
¿Qué pueden esperar los países de Latinoamérica de la presidencia de Trump?
Muy poco. Formamos parte de los países a los que se refirió como “shitholes”, subdesarrollados, inestables, “banana republics”, que estarían mucho mejor si tuviesen un amo como él, diciéndoles qué y cómo hacer las cosas.
Lo mejor que hizo Biden.
Enfrentó la pandemia y ayudó a su país a evitar el colapso económico que pudo provocar el cierre de la actividad económica y social por casi dos años.
¿Y lo peor?
No haber actuado con más firmeza en el problema migratorio y haber permitido que la “izquierda” demócrata le definiera el argumento electoral. Tampoco debió haber considerado presentarse a una segunda presidencia.