La relación del empresario panameño Ramón Carretero Napolitano con el régimen de Nicolás Maduro es una fiesta. Comenzó en 2013, mientras Hugo Chávez luchaba contra el cáncer, y se mantiene hasta hoy. Este empresario y sus hermanos, de larga trayectoria en los negocios con Cuba, consiguieron contratos en Venezuela para construir gimnasios, un estadio de béisbol, un centro de convenciones; remodelar hoteles e importar juguetes, neumáticos y electrodomésticos, todo por $769 millones.
Los favores también fluyeron en sentido contrario. Juan Carlos López Tovar y quien fuera su pareja, Iriamni Malpica Flores, sobrina de Cilia Flores (esposa del gobernante venezolano Nicolás Maduro), recibieron pagos de las compañías de los Carretero por, al menos, $5.8 millones a nombre de una sociedad. Y mientras el régimen de Maduro le pagaba los jugosos contratos al empresario panameño y el sobrino político recibía millones en dólares, los dos volaban juntos en jets privados y se hicieron socios en varias compañías.
Estos son los principales hallazgos de una investigación transfronteriza entre Transparencia Venezuela en el Exilio, el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), Armando.Info (Venezuela) y La Prensa (Panamá). El trabajo se basa en una filtración de documentos secretos que revelan los movimientos financieros, cheques, correos electrónicos, cartas y documentación crediticia de López Tovar, Iriamni Malpica Flores y de compañías de Ramón Carretero Napolitano en los bancos AllBank de Panamá y el Banco del Orinoco, en Curazao, entre 2014 y 2015.
Ambos bancos, que fueron liquidados tras irse a la quiebra por incumplimientos con sus ahorristas y otras irregularidades, pertenecieron a Víctor Vargas Irausquín, conocido como el “banquero de Chávez”, gracias al auge que tuvo su grupo financiero B.O.D en Venezuela en tiempos del Comandante.
Además de sistematizar las decenas de archivos filtrados, esta alianza periodística consultó expedientes judiciales, verificó registros públicos y entrevistó a una decena de fuentes en tres países.
López Tovar, con 38 años para esa época, también fue socio en Venezuela de su cuñado Carlos Malpica Flores –conocido como el sobrino favorito de Cilia Flores– en varias empresas. Aficionado a los caballos, López Tovar recibía en 2014 el dinero enviado por las compañías de Carretero Napolitano y luego reenviaba parte de ese capital a las cuentas bancarias de su mujer, destinado a sus gastos, según los extractos bancarios que forman parte de la filtración.
Por su parte, Iriamni Malpica Flores transitaba en 2014 sus últimos meses como funcionaria del Consejo Nacional Electoral. Desde 2015, a sus 40 años, su nombre comenzó a aparecer como directiva de una decena de sociedades panameñas –tal como consta en el Registro Público de Panamá–, que en 2018 fueron sancionadas por las autoridades de ese país por sospecha de manejos irregulares.
Mientras crecía la pobreza en el país y los venezolanos sufrían uno de los años más duros a causa del desabastecimiento, la sobrina de Cilia Flores y su pareja eran elenco estable en las grandes tiendas panameñas, como el almacén Félix B. Maduro. Los negocios de 2014 ameritaron un festejo a lo grande para esa Navidad: el 23 de diciembre compraron en comercios de alta gama, como Louis Vuitton, Gucci y Salvatore Ferragamo, regalos por valor de casi $9 mil, de acuerdo con los registros de su tarjeta de crédito, que también forman parte de la filtración.

Las fichas en posición estratégica
Como si se tratara de una partida de ajedrez, los involucrados movieron sus fichas desde temprano. Cuando aún era vicepresidente, Maduro nombró en noviembre de 2012 a Carlos Erik Malpica Flores, un sobrino de Cilia Flores, su esposa, como director principal del consejo directivo de la Fundación Pro-Patria 2000, una entidad del Estado venezolano que ya existía, pero que no tenía asignado presupuesto.
Luego, en abril de 2013, como “presidente encargado”, tras confirmarse la muerte de Chávez, Maduro puso la Fundación Pro-Patria 2000 bajo control del Despacho de la Presidencia. Y ya como flamante presidente de la República, tras vencer con ajustado margen y sospechas de fraude a Henrique Capriles, designó en mayo de 2014 como cabeza de Pro-Patria 2000 a un hijo de Cilia Flores, Walter Jacob Gavidia Flores, según consta en las Gacetas Oficiales venezolanas número 40.045, 40.137 y 40.405.
En agosto de 2013, Ramón Carretero Napolitano y su hermano Vicente abrieron una sucursal en Caracas de su compañía panameña Landscape Vision Corporation (Lanvicorp).
Contratos y movimientos sospechosos
Con los Flores al mando, y en apenas siete meses –entre agosto de 2013 y febrero de 2014– la empresa de Ramón Carretero Napolitano firmó tres contratos con la Fundación Pro-Patria 2000, por alrededor de $700 millones, para construir obras civiles, de acuerdo con documentos del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) obtenidos para este reportaje y a los datos del Registro Nacional de Contratistas (RNC) de Venezuela.
Las obras eran 20 gimnasios verticales (estructuras para prácticas deportivas en zonas populares), la remodelación de los hoteles Guaicamacuto y Gran Caribe, en el estado de Vargas, además del levantamiento de un Centro de Convenciones en esa misma entidad costera, y el estadio de béisbol “Hugo Chávez”, en La Rinconada, Caracas.

Entre 2013 y 2014, una vez firmados los contratos, la empresa de Carretero Napolitano, Lanvicorp, recibió en sus cuentas del AllBank y del Banco del Orinoco, al menos $138 millones en desembolsos del Fondo para el Desarrollo Nacional (Fonden) como adelanto para el inicio de las obras, según registros bancarios que forman parte de la filtración.
Los balances financieros muestran que, acto seguido, la propia Lanvicorp y otras compañías de Carretero Napolitano enviaron dinero a cuentas relacionadas con la sobrina de Cilia Flores y su entonces pareja, López Tovar.
Así, la Corporación Logística del Caribe, S.A, otra sociedad de los Carretero Napolitano, solicitó el 28 de mayo de 2014 ante la junta directiva pagar $5 millones a López Tovar. La orden fue firmada por el propio Ramón Carretero apenas dos semanas después de que el gobierno de Maduro desembolsara desde el Fonden $20.6 millones a favor de Lanvicorp.
Una investigación de Reuters, publicada en septiembre de 2012, reveló que entre 2005 y 2012 el Fonden –creado por Chávez en 2005 para sortear controles financieros de otros poderes– manejó $100 mil millones.
La operación se repitió en junio de 2014: el 25 de ese mes Lanvicorp recibió del Fonden otra transferencia, esta vez de $20.6 millones, en su cuenta en el Banco del Orinoco. Un día después, López Tovar acreditó en su cuenta personal un cheque de $500 mil, emitido por Carretero Napolitano desde la misma Lavincorp, según los documentos filtrados.
Las transferencias llamaron la atención en Panamá. El Departamento de Cumplimiento del Allbank abrió expedientes internos para investigar movimientos sospechosos del matrimonio López-Malpica, según los documentos internos bancarios a los que accedió este equipo. Los empleados de Allbank sospecharon de irregularidades a principios de julio de 2014, después de que López Tovar depositara el cheque de $500 mil que había sido emitido por la compañía de Carretero.
“En nuestro sistema de monitoreo tenemos una transacción inusual reflejada en la cuenta del Sr. Juan Carlos López Tovar”, advirtió una oficial de cumplimiento el 7 de julio. Y agregó: “Su perfil no es acorde al movimiento de fondos realizados. Se requiere ampliación de procedencia de fondos”. Ese hilo de correos electrónicos también hace referencia a los productos bancarios que tenía junto a su esposa. “Las transferencias depositadas a la Sra. Iriamni Malpica: es la cuenta de la esposa para sus gastos”.
El Departamento de Compliance de Allbank abrió un segundo expediente cuando ingresó un cheque de $5 millones (expedido por Corporación Logística del Caribe) a favor de la compañía Technical Support Trading, S.A., registrada en Panamá, y cuyo beneficiario real era López Tovar. El cheque venía acompañado de una nota de Carretero Napolitano que indicaba que esos fondos correspondían a “dividendos” que López Tovar percibía por su actividad en esta empresa.

Desde Corporación Logística del Caribe también se emitieron otras dos notas para recomendar a López Tovar e Iriamni Malpica ante el Allbank, días antes de que la pareja solicitara un crédito hipotecario para comprar un departamento en la ciudad de Panamá.
La empresa asegura en esa carta que él “labora como administrador” y detallaron que la sobrina de Cilia Flores trabajaba “como contadora” de dicha compañía.
Esta alianza periodística envió un cuestionario por correo electrónico a Carretero a través de una de sus empresas. Una abogada del empresario panameño se puso en contacto con este equipo horas antes de la publicación, pero no envió las respuesta. También se mandaron preguntas a López Tovar por correo electrónico pero no respondió las consultas.
A pesar de los reiterados intentos de este equipo, no se pudo contactar a Iriamni Malpica Flores por teléfono, correo electrónico, redes sociales ni tampoco a través de López Tovar.

Los casos fueron presentados por el departamento de compliance en juntas internas del Allbank y, a lo largo del proceso, los representantes de los empresarios panameños entregaron como documentación probatoria los contratos que Lanvicorp había ganado con el gobierno venezolano, según aparece en la filtración.
Adjuntaron, entre otras cosas, una presentación en PowerPoint con fotos sobre el avance de las obras y, además, los empresarios organizaron un viaje para las autoridades del banco a su sede de Caracas para demostrar la supuesta transparencia de la compañía y el origen lícito de los fondos.
Allbank permitió en ese momento que las cuentas continuarán operativas. Desatendieron la relación familiar de López Tovar e Iriamni Malpica Flores con la primera dama de Venezuela, así como el hecho de que otros familiares, como Carlos Malpica Flores y Walter Gavidia Flores, hubieran sido directivos de la institución venezolana que otorgó las millonarias contrataciones a la empresa de Carretero Napolitano.
En noviembre de 2015, tras la continuación de la investigación del Departamento de Compliance, Allbank finalmente resolvió cerrar todas sus cuentas, días después, envió un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) a la Unidad de Análisis Financiero (UAF) de Panamá.
Dos años más tarde, en julio de 2017, Carlos Malpica Flores fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, mientras que el gobierno de Panamá sancionó a 16 empresas registradas en ese país ligadas a los Flores y López Tovar, incluida Technical Support Trading, la misma que recibió en 2014 millones de dólares provenientes de compañías de Ramón Carretero Napolitano.
En junio de 2022 la administración de Joe Biden retiró la sanción contra Malpica Flores, que, luego de su paso por la Fundación Pro-Patria 2000, fue tesorero de la República de Venezuela y vicepresidente de la petrolera estatal PDVSA.
Volando juntos
López Tovar y Carretero Napolitano mantuvieron una relación estrecha desde 2014, justo cuando el empresario fue beneficiado con contratos públicos. No sólo compartieron decenas de vuelos privados que conectaban Venezuela y Panamá, sino que el sobrino político de Cilia Flores y el empresario se convirtieron en socios de tres compañías.
Viajaron, al menos, 28 veces juntos en jets privados, entre 2014 y 2015, según información de las oficinas de Migraciones de Panamá y de Venezuela, también obtenida por esta alianza periodística. Muchos de esos vuelos privados se realizaron entre marzo y mayo de 2014, el mismo período en que salían los pagos millonarios del régimen de Maduro en favor del empresario panameño.

El lunes 17 de marzo de 2014 ambos despegaron desde el Aeropuerto Marcos A. Gelabert de Albrook en Panamá en el jet matrícula HP-1776 rumbo al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, que sirve a Caracas. Tres días después, el 20 de marzo, el gobierno de Nicolás Maduro oficializó la adjudicación de la obra en favor de Lanvicorp para la construcción del estadio de béisbol “Hugo Chávez”. Ese mismo día, ambos regresaron a Panamá en el mismo avión privado, según los registros oficiales.
Algo similar ocurrió en mayo: Viajaron juntos a Venezuela el 22 y volvieron el 24. Cuatro días después, Carretero firmó la solicitud ante la junta de su empresa para pagarle los $5 millones a López Tovar.
Otro ejemplo: el 2 de junio volvieron juntos en un jet privado desde Panamá y tres días después, el Fonden envió uno de los pagos, por $20.6 millones, a favor de Lanvicorp, según un resumen de la cuenta bancaria en el Banco de Orinoco que forma parte de la filtración.
La sociedad del sobrino político de Maduro y Carretero Napolitano ya había quedado oficializada en mayo, cuando el panameño informó a la junta de Corporación Logística del Caribe que López Tovar cobraría $5 millones en concepto de “dividendos”. Pero esa relación se amplió.
Ambos constituyeron el 24 de junio de 2014 las sociedades panameñas Galeras del Este y Grupo Carrelop, esta última con un nombre que combina las primeras letras de sus apellidos. El objeto social de ambas empresas es amplio: incluye desde el desarrollo de negocios de bienes raíces y construcción en general, hasta el alquiler de aviones de carga, avionetas y helicópteros.
Además, López Tovar asumió dos semanas más tarde como secretario y tesorero en la junta directiva de la empresa Pro Hogares, S.A., cuyo presidente es Carretero.
Los vuelos privados compartidos se volvieron frecuentes ese año entre finales de septiembre y finales de octubre, cuando hicieron tres viajes ida-vuelta entre Panamá y Venezuela. El 13 de noviembre, dos días después de haber compartido uno de estos vuelos, Technical Support Trading, S.A. –la empresa panameña cuyo beneficiario final es López Tovar–, acreditó en su cuenta del Allbank otro cheque de $3 millones, aunque esta vez el banco no informó quién envió ese dinero.

El Ministerio Público de Panamá ya tocaba las puertas del Allbank en enero de 2015 para indagar sobre los movimientos bancarios de las empresas de Carretero Napolitano en esa institución, según se desprende de los correos electrónicos filtrados.
Como ya había hecho con Iriamni Malpica Flores y López Tovar, la institución financiera también abrió expedientes internos para analizar los flujos que recibían y enviaban las empresas de Carretero Napolitano por pedido del Commerzbank.
A pesar de las indagaciones sobre el origen y destino de los fondos, la relación económica entre el matrimonio y Carretero fluía en la misma dirección: Lanvicorp giró cheques mensualmente a López Tovar entre enero y octubre de 2015, inclusive.
Fueron, al menos, 14 cheques desde Corporación Logística del Caribe y Lanvicorp que suman $298 mil 500. Entre los cheques emitidos, cada mes hay uno por $2 mil 719.85 y, en al menos dos casos, quedó registrado que se trata del pago del apartamento del edificio The Pearl en Panamá, la dirección oficial de López Tovar e Iriamni Malpica Flores, una propiedad que habían adquirido ese mismo año con un crédito hipotecario. La cuota de ese préstamo más otra prenda con Allbank para adquirir dos autos suman esa misma cuota mensual con el banco: $2 mil 719.85.
Las sospechas de la justicia panameña, así como los incumplimientos y demoras en las obras de Venezuela no frenaron la suerte de los Carretero Napolitano con el gobierno venezolano. Tanto Corporación Logística del Caribe como Lanvicorp obtuvieron más contratos públicos entre 2016 y 2018, ya no para la construcción de obras civiles, sino para el suministro de mercancías.
El 9 de diciembre de 2016, la estatal Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Coprovex), un holding creado por Maduro para centralizar las importaciones públicas, firmó con Lanvicorp el contrato No. 0139, por $4.5 millones, para la adquisición de juguetes, a solicitud del Ministerio del Despacho de la Presidencia, el mismo que desde abril de 2013 se había quedado con el control de la Fundación Pro-Patria 2000.
Un mes después, en enero de 2017, Corpovex firmó con Lanvicorp un negocio de poco más de $37 millones para la “adquisición de equipos tecnológicos” para el llamado “Carnet de la Patria”, una cédula que almacena información de los usuarios y que ha sido catalogado como un instrumento de control social del gobierno de Maduro.

Además, Corporación Logística del Caribe obtuvo otros tres contratos de entidades públicas en Venezuela que, en conjunto, sumaban poco más de $8 millones y 17.3 millones de euros ($19.6 millones, según la cotización de ese momento). Con estos acuerdos, la compañía de los Carretero Napolitano se comprometía a vender 3.7 millones de juguetes, 4 mil 843 electrodomésticos y 77 mil 610 neumáticos.
Una vida de lujo
Mientras los venezolanos sufrían uno de los años más duros del desabastecimiento y se adentraban en una crisis que se prolongó durante una década, la sobrina de Cilia Flores y su pareja no salían de las grandes tiendas. La vida panameña de la sobrina de Cilia Flores y su pareja alternaba entre viajes en aviones privados, destinos paradisíacos, departamentos de lujo y ostentosas compras.
Su bitácora de vuelos de esos años correspondía a la de un magnate o un superejecutivo. Desde 2014 hasta 2023, López Tovar realizó 181 viajes en jets privados, según los registros de Panamá. No sólo en el itinerario de ida y vuelta Panamá-Venezuela, sino también a otros destinos, entre 2014 y 2017, cuando visitó Estados Unidos (antes de la sanción impuesta por el gobierno de ese país), Alemania, Colombia, Costa Rica, Barbados, Curazao y Saint Marteen.
La bonanza de la pareja también quedó en evidencia con la compra de bienes desde 2014, mientras prosperaban los negocios de Carretero con el gobierno venezolano. López Tovar estuvo involucrado en operaciones inmobiliarias en Panamá con tres propiedades, cuyas cotizaciones superaban los $3 millones al momento de su compra.
En agosto de 2014, López Tovar y Malpica Flores compraron un apartamento en el edificio Pearl at the Sea y dos plazas de estacionamiento por $835 mil. Era un inmueble seminuevo, en un rascacielos de 70 pisos. ubicado sobre la costa de ciudad de Panamá. Los visitantes son recibidos en un lujoso vestíbulo de doble altura en un edificio con piscina, gimnasio y ascensores de alta velocidad, según detalla la página web del condominio.
¿Cómo compraron esa propiedad? Del valor total, $501 mil fueron cubiertos con un crédito hipotecario del Allbank, obtenido gracias a una carta de recomendación firmada por Carretero Napolitano.
Finalmente, esa propiedad fue vendida el 14 de diciembre de 2017 a la sociedad Inversiones Portofino, Corp., por $740 mil, según consta en el Registro Público de Panamá. Uno de los directivos de Portofino Corp, José Manuel Martínez López, fue socio de López Tovar en la empresa panameña Parques de Lefevre, S.A., creada en 2016.

El sobrino político de Maduro compró un segundo inmueble en agosto de 2017, por $930 mil, ubicado en el Condominio Caguamo N°1 que, según los documentos oficiales, todavía está a su nombre.
También adquirió una propiedad por $1.5 millones el 7 de junio de 2018. Para tal operación, el empresario aparece como fideicomitente del fideicomiso Capital Trust & Finance, cuyo beneficiario es Capital Bank, Inc. El objetivo del fideicomiso es garantizar un préstamo para la compra de una propiedad. La vendió en diciembre de 2021, por $1.3 millones.
A Iriamni Malpica Flores y su pareja les gustaba, además, ostentar su bienestar económico. Prácticamente todos los meses ellos compraban en tiendas de lujo, como Gucci, Hermes, Louis Vuitton, Ralph Lauren, Dolce Gabbana y Hugo Boss. Gastaron casi $50 mil en productos de esas marcas en año y medio, según se desprenden de los resúmenes de las tarjetas de crédito de Allbank de 2014 y 2015, filtrados para esta investigación.
La relación de Ramón Carretero Napolitano con el régimen de Maduro aún persiste hoy. Ni siquiera los retrasos de varios años en la construcción del estadio de béisbol Hugo Chávez o en la remodelación de los hoteles en La Guaira han frenado aquello que comenzó casi en el mismo momento en que Maduro se aseguró la presidencia de la República, en abril de 2013.
Con la colaboración de Ángela Cantador (CLIP) y Rigoberto Carvajal (CLIP) del equipo técnico de CLIP, que limpiaron, sistematizaron y analizaron los registros de Migraciones para esta investigación.
Negocios de familias revela cómo millonarios contratos públicos con el régimen de Nicolás Maduro beneficiaron no sólo al empresario panameño Carretero Napolitano, sino también a los Malpica Flores, parientes de la primera dama venezolana. Es una investigación realizada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), Transparencia Venezuela en el Exilio, Armando.Info (Venezuela) y La Prensa (Panamá).