El próximo 11 de agosto vence el plazo que dio el Metro de Panamá, S.A. (MPSA) a unos 14 buhoneros que se ubican en los alrededores de la estación 5 de Mayo del Metro, para que desocupen el espacio peatonal que por años ha sido invadido por vendedores informales.
En una nota entregada a los buhoneros el pasado 28 de julio de 2025, la empresa estatal MPSA informó que, con base en el Decreto Ejecutivo 261 del 4 de abril de 2014 —que establece el Reglamento del Viajero y que fue modificado por el Decreto 82 del 21 de marzo de 2023—, “no será permitido ningún tipo de ocupación o actividad en los predios externos o internos, zonas aledañas de las estaciones e instalaciones del Sistema Metro o áreas en custodia, sin previa autorización expresa por parte del Metro de Panamá, S.A.”.

La fecha límite para desocupar la servidumbre que es custodiada por el Metro es el lunes 11 de agosto de 2025 a las 4:30 p. m.
La misiva indica que “una vez vencido este plazo y de permanecer aún en el sector, se iniciará con los procedimientos legales necesarios para salvaguardar el patrimonio del área”.
En el lugar hay vendedores informales en ambos lados de los accesos de la estación 5 de Mayo, que se dedican a la venta de frutas, sodas, agua embotellada, gorras, correas, medias, zapatillas, chicheros, cartuchos y billeteras.

Los vendedores informales, que se ubican de ambos lados de la estación, denunciaron que fueron notificados con apenas una semana de anticipación para desalojar, a pesar de haber realizado inversiones significativas tras recibir instrucciones para adecuar sus puestos.
Jonathan Ávila, uno de los comerciantes afectados, relató que, hace dos meses, representantes del Metro les pidieron cambiar sus mesas por carpas de 3x3 metros para “mejorar la estética del lugar”. Muchos de los vendedores acataron la solicitud, invirtiendo más de 2 mil dólares en carpas, rejillas y mercancía.

Sin embargo, recientemente fueron notificados de que deben desalojar antes del 11 de agosto. De no hacerlo, advierten que perderán toda su mercancía, según se detalla en la carta enviada por el Metro.
“Son ocho negocios y cuatro billeteros de este lado. Cada uno representa el sustento de al menos tres familias que trabajan por turnos de día, noche y días libres”, explicó Ávila.
Los comerciantes sostienen que no se les ha ofrecido ninguna alternativa de reubicación. Aunque hubo conversaciones iniciales con la Alcaldía de Panamá para la instalación de módulos, estas no prosperaron.
Por el momento, los vendedores informales esperan un acercamiento este miércoles 6 de agosto con la directiva del MPSA, donde esperan que se les conceda una prórroga hasta diciembre o se les permita adquirir módulos por cuenta propia para continuar operando legalmente.
Ávila advirtió que, de concretarse el desalojo sin alternativas, podría aumentar la informalidad en la zona: “El desempleo está alto, y nadie va a quedarse en su casa esperando comida. Llegarán más vendedores informales, sin control ni permisos”.
Los comerciantes hacen un llamado a las autoridades para que reconsideren la medida, respeten las inversiones realizadas y busquen una solución que no implique la pérdida del sustento de múltiples familias.
