En el primer semestre de 2025, un total de 13 médicos provenientes de distintas universidades extranjeras presentaron el examen de certificación médica en Panamá, requisito indispensable para ejercer legalmente la profesión en el país.
Sin embargo, solo tres de estos aspirantes lograron superar la prueba, lo que evidencia la rigurosidad del examen y el alto nivel de exigencia impuesto por las autoridades de salud.
La información fue proporcionada por el Consejo Interinstitucional de Certificación Médica del Ministerio de Salud (Minsa) a través de la Ley de Transparencia, organismo encargado de organizar y supervisar este proceso clave para el sistema sanitario panameño.
La certificación médica en Panamá es un procedimiento obligatorio que evalúa los conocimientos, habilidades y competencias clínicas de los médicos, especialmente aquellos formados en el extranjero, antes de autorizarles ejercer profesionalmente.
Esta evaluación busca asegurar que todos los profesionales de la salud que atienden a la población cumplan con los estándares nacionales de calidad y seguridad médica.
El examen, administrado en coordinación con el Minsa, es una herramienta crucial para validar que los médicos poseen una preparación adecuada, actualizada y alineada con las exigencias del sistema sanitario local. De esta manera, la certificación médica contribuye a proteger la salud de los pacientes y a mantener la confianza en los servicios médicos del país.
Resultados de la prueba de enero de 2025
La primera convocatoria se realizó el 31 de enero, con la participación de siete aspirantes. Solo dos aprobaron en su primer intento: un médico egresado de la Pontificia Universidad Javeriana, en Bogotá (Colombia), y otro de la Universidad Mohammed V de Rabat (Marruecos).

El resto, procedente de instituciones como la Universidad Autónoma de Guadalajara (México), la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana (Cuba) y la Universidad de Aquino Bolivia, no logró aprobar, ni siquiera tras intentos repetidos.
Estos resultados reflejan que el proceso de certificación no es un mero trámite, sino un filtro exigente que garantiza que solo los profesionales con una sólida preparación puedan ejercer en el país.
Resultados de la prueba de mayo de 2025
La segunda convocatoria se llevó a cabo el 10 de mayo, con la participación de seis aspirantes, también egresados de universidades extranjeras. En esta ocasión, solo uno aprobó en su primer intento: un médico formado en la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea de México.
Los demás, procedentes de instituciones como la Universidad Latina de Costa Rica, Universidad Autónoma de Guadalajara, Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Universidad de Aquino Bolivia y Universidad Americana de Nicaragua, no consiguieron aprobar, incluso después de repetir la evaluación.

La reiteración de intentos sin éxito subraya la dificultad de la prueba y la necesidad de una preparación académica más sólida y contextualizada al sistema de salud panameño.
Estos resultados ponen de manifiesto los desafíos que enfrentan los médicos formados en el extranjero para integrarse profesionalmente en Panamá.
La certificación médica es un mecanismo esencial para garantizar la homogeneidad en la calidad de la atención médica, ya que establece un estándar mínimo que deben cumplir todos los profesionales, sin importar el país donde hayan cursado sus estudios.
Las autoridades panameñas insisten en la importancia de este examen para mantener la confianza en el sistema de salud y evitar riesgos asociados a una práctica médica sin certificación adecuada.
Por esta razón, la prueba no solo representa un requisito legal, sino también una garantía para los pacientes y para el correcto funcionamiento del sistema sanitario.
El informe permite establecer que la baja tasa de aprobación entre médicos extranjeros refuerza la necesidad de procesos rigurosos que evalúen tanto conocimientos teóricos como habilidades clínicas. A futuro, estos datos podrían incentivar una mayor coordinación entre universidades extranjeras y autoridades locales para la homologación de planes de estudio y la preparación de los aspirantes.
Mientras tanto, el examen continúa cumpliendo su propósito: proteger la salud de los panameños y garantizar que solo los médicos mejor preparados ejerzan en el país.