Las recientes decisiones del gobierno de Estados Unidos, incluidas las manifestaciones sobre su posible salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han generado gran preocupación en el Colegio Nacional de Farmacéuticos de Panamá, especialmente en lo que respecta al manejo de productos sanitarios y su registro en el país.
Jaime Olive, presidente del Colegio Nacional de Farmacéuticos, expresó su preocupación sobre cómo estos cambios podrían impactar los procesos regulatorios nacionales. Según Olive, uno de los aspectos más críticos de la situación es que Panamá podría verse impedido de reconocer automáticamente los productos previamente registrados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, debido a que las agencias reguladoras deben estar afiliadas a organismos internacionales como la OMS para garantizar la validez y seguridad de estos productos.
“Si el Ejecutivo norteamericano decide salir de la OMS, esto deja a Panamá en una situación de indefinición respecto a la autorización de productos sanitarios provenientes de Estados Unidos”, indicó Olive. “El Ministerio de Salud, liderado por el ministro de Salud, deberá evaluar rigurosamente estos casos, priorizando los registros sanitarios nacionales para proteger a la población”, agregó.
Para los farmacéuticos, esta posible medida podría limitar el acceso y el uso de ciertos productos en el mercado panameño, lo que pone en evidencia la necesidad de reforzar el marco regulatorio nacional. Olive destacó que, si bien esta situación podría generar complicaciones, también representa una oportunidad para que Panamá fortalezca su autonomía en términos de control sanitario, evitando riesgos y asegurando la salud pública a largo plazo.
El tema cobra especial relevancia en un contexto en el que América Latina enfrenta presiones tanto económicas como políticas. Ante esta incertidumbre, las autoridades sanitarias panameñas, según Olive, deberán coordinar esfuerzos con otros organismos internacionales para abordar los nuevos desafíos y garantizar que las decisiones políticas externas no perjudiquen la capacidad del país de proteger la salud de su población.
Este escenario plantea un reto significativo para el sistema sanitario de Panamá, que deberá adaptarse y reforzar sus protocolos para asegurar que la calidad y seguridad de los productos sanitarios que ingresan al país no se vean comprometidas por cambios en la política internacional.
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Trump firmó el pasado 20 de enero una orden ejecutiva para retirar a su país de la OMS, como ya lo hizo durante su primer mandato.
Al rubricar el documento en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el republicano justificó su decisión criticando que Estados Unidos aporta muchos más recursos que China a ese organismo.
El mandatario de EU recordó que durante su primer mandato (2017-2021) ya tomó la decisión de salir de la OMS: “Ellos (China) estaban pagando 39 millones (de dólares). Nosotros pagábamos 500 millones. Me parecía un poco injusto”.
Según su relato, la OMS le ofreció reducir la aportación de Estados Unidos para que el país regresara al organismo, pero él se negó.
“Deseaban mucho que volviéramos, así que veremos qué pasa ahora”, declaró.
Trump firmó el abandono de la OMS en 2020, entre críticas por la gestión de la organización ante la pandemia de la covid-19, pero la medida nunca se materializó por la llegada del demócrata Joe Biden al poder en enero de 2021.