Estudiantes, padres de familia y docentes del Centro Educativo Básico General (CEBG) Bilingüe Nele Kantule salieron a protestar para exigir ayuda a las autoridades del Ministerio de Educación (Meduca), debido a los múltiples problemas de infraestructura que presenta el plantel, como salones en condiciones precarias, conocidos como “aulas ranchos”.

Esta semana, en medio de un paro de labores de los gremios docentes —que solicitan mejores condiciones en las escuelas—, padres de familia y alumnos del CEBG Bilingüe Nele Kantule, ubicado en Ustupu, comarca Guna Yala, salieron a manifestarse con pancartas en mano, pidiendo “con urgencia la pronta culminación de la infraestructura escolar”.
“En Ustupu, los niños quieren aprender, pero la escuela Nele Kantule no tiene dónde enseñar. Con lluvia o con sol seguimos, pero merecemos un salón”, se leía en una de las pancartas cargadas por los niños de esta comunidad el pasado 30 de abril.

El CEBG Nele Kantule atiende a una población de 620 estudiantes de nivel primario y premedia, y la falta de docentes es otro de los problemas que enfrenta la comunidad.
Garcilazo Robinson, encargado del CEBG Bilingüe Nele Kantule explicó que la escuela se encuentra en construcción desde el 2018, es decir lleva siete años esperando sea entregada.
Indicó que después de la pandemia se reanudó la construcción, pero “con pasos lentos ya que a veces avanza y otra vez vuelve y se detiene”.
Robinson destacó que las protesta de las madres de familia se dio porque a principio de año escolar Meduca prometió la entrega de dos pabellones que no se ha cumplido hasta ahora. Las clases se están dando, de manera irregular, en salones improvisados y con malas condiciones distribuidos por la comunidad.
“Ante esta situación las autoridades del pueblo junto a las madres de familia decidieron ir a un paro hasta recibir una respuesta de las autoridades competentes”, informó.
Este centro educativo no es el único en la comarca Guna Yala que presenta problemas de infraestructura. Según el Sistema de Información Geográfica – Meduca SIG, hay 38 centros educativos en el Programa de Mantenimiento de Escuelas, de los cuales solo el 5.2 % ha completado sus trabajos, es decir, apenas 2 centros. Aún quedan pendientes 23 instalaciones educativas en fase de atención y 13 en proceso de programación de trabajos.
En este grupo se encuentra el CEBG Nele Kantule, donde deben realizarse reparaciones en los salones improvisados o aulas ranchos y además esperan la construcción de nuevas aulas.
Con ese mismo problema está el Instituto Cacique Olodebiliginya, donde el pasado 11 de abril los estudiantes salieron a protestar para exigir atención a la falta de nombramientos docentes y la mejora de aulas que no cumplen con condiciones dignas.

Entre las escuelas de la comarca Guna Yala que presentan el mismo patrón de problemas se encuentran: Aidirgandí, Irgandí, Centro Carlos López Inaqueliguiña, Mamitupu, Acuatupu, Arritupu, Nusatupu, entre otras.
Las mejoras requeridas incluyen rehabilitación de salones —en su mayoría aulas ranchos—, pintura, cambio de techos, reparación de goteras, instalación de luminarias, limpieza de pisos y otros trabajos generales de mantenimiento.
Datos del Meduca indican que a nivel nacional existen 1,733 aulas ranchos distribuidas en 521 centros educativos.

Según el Meduca, las “aulas rancho” surgen debido a la naturaleza nómada de algunos pueblos indígenas, que establecen escuelas donde se asientan temporalmente. La ley obliga al ministerio a nombrar un docente por cada 15 niños, pero, al abandonar el lugar, la estructura queda casi vacía.
En su última comparecencia ante el pleno legislativo, en abril pasado, la ministra de Educación, Lucy Molinar, explicó que, respecto a las aulas rancho, se han transformado y erradicado 140, quedando un total de 1,593 a nivel nacional.
Molinar aclaró que no se trata solo de cambiar el piso de tierra por cemento, como si esa fuera la única meta: “Estamos intentando asegurarnos de que todos los niños en cada circuito tengan la posibilidad de cumplir el ciclo completo”.
“Este año se iniciaron bachilleratos nuevos en 10 centros educativos. A partir de estos lugares se crearán redes alimentadoras para asegurar una intervención consistente, y no simplemente cambiar pisos de tierra por cemento”, agregó.
Por el momento, los padres de familia de Ustupu y de muchas otras comunidades siguen esperando que el Meduca escuche su clamor.