El Programa de Alimentación Escolar, conocido como “Estudiar sin Hambre”, que lleva adelante el Ministerio de Educación (Meduca), ha tenido que implementar estrategias temporales, como redirigir los alimentos de aquellas escuelas que están cerradas hacia otros centros educativos que sí están abiertos y que reúnen las condiciones adecuadas.
Esta medida se toma como consecuencia del paro de labores que mantienen los docentes desde hace 10 días calendario escolar, y que ha afectado a algunos centros escolares a lo largo de las 16 regiones educativas.
Alimentos como legumbres, frutas, vegetales, carnes, huevos, granos, entre otros insumos necesarios, han tenido que redirigirse con el principal objetivo de que no se pierdan y de que los estudiantes puedan beneficiarse del almuerzo escolar, a pesar de los cierres de escuelas.

La directora de Nutrición y Salud Escolar, Gilda Montenegro, explicó que han tenido que reemplazar las escuelas que están cerradas —y que forman parte del programa de almuerzo escolar— por otras que sí estén abiertas y cuenten con las condiciones para aprovechar estos alimentos. El programa de almuerzo escolar beneficia a 104,723 estudiantes en aproximadamente mil centros educativos del país.
Montenegro explicó que el lunes 5 de mayo se completó la quinta entrega de suministros alimentarios, de un total de ocho que incluye el contrato. En este sentido, el programa de almuerzos escolares para 2024-2025 cuenta con una inversión de más de 18.5 millones de dólares.
La quinta entrega del programa se completó en varias regiones educativas. Sin embargo, en Bocas del Toro, las autoridades educativas debieron coordinar de forma extraordinaria la entrega de alimentos a 14 escuelas, a pesar de los cierres.
Para lograrlo, se contó con el apoyo de docentes, personal administrativo y padres de familia, quienes colaboraron para realizar entregas durante el domingo y la madrugada del lunes, evitando así que los alimentos se desperdiciaran y garantizando su uso en la población escolar.

Esta nueva distribución —explicó la directora de Nutrición— se calcula con base en la matrícula y el número de días, con el fin de evitar el desperdicio o el sobreabastecimiento. Por el momento, Meduca está registrando las modificaciones correspondientes, por lo que no se pudo precisar una cifra exacta de escuelas que han tenido que redireccionar los alimentos.
Para Montenegro, “la alimentación escolar es parte del proceso educativo y no debe verse como una simple entrega de comida”.
Precisamente, el programa de almuerzo escolar ofrece un plato de comida balanceado y nutritivo que incluye vegetales, frutas, almidones, granos, cereales y proteínas, presentados en un menú adaptado a la cultura local y elaborado por nutricionistas-dietistas. Dichos menús aportan entre el 25 % y el 35 % de las recomendaciones dietéticas diarias para los alumnos.
Estos almuerzos, junto con la merienda escolar —que consiste en leche, galletas y cremas nutricionales— complementan el 50 % de la alimentación diaria de un estudiante. Muchos niños y jóvenes están dejando de recibir estos beneficios debido a las paralizaciones. Solo en este programa, Meduca destina unos 50 millones de dólares, con un contrato bianual que maneja la entidad desde 2024 y que se extiende hasta este año.

Otra de las estrategias que se evalúa implementar para evitar la pérdida de alimentos es posponer ligeramente la sexta entrega de comida, programada para el próximo 12 de mayo. Se explicó que no se puede suspender el programa por completo debido a los compromisos contractuales vigentes. Además, hay escuelas dentro del programa de almuerzos que sí están abiertas y atendiendo a los estudiantes.
Este es el caso de la Escuela Bilingüe Cirilo J. Martínez, en el corregimiento de Juan Díaz, donde 300 niños de primaria reciben diariamente su almuerzo escolar sin ningún tipo de interrupciones, debido a que continúan con clases normales.

La directora del plantel, Martina Castillo de González, destacó que los almuerzos escolares se brindan “gracias al compromiso de los docentes, personal administrativo y los padres de familia”, quienes logran que el programa se desarrolle diariamente. Los alumnos reciben su alimentación, lo que permite un mayor rendimiento escolar.
Montenegro hizo un llamado a los padres para que valoren la educación gratuita y el beneficio que representa el programa. Indicó que “la inasistencia escolar impide que los niños aprovechen no solo la alimentación, sino también los programas educativos, deportivos, artísticos y psicológicos”.
Además, destacó que aunque el beneficio principal es para los niños, el programa también favorece al sector agropecuario, que provee los insumos para la preparación de los almuerzos escolares. Es decir, legumbres, verduras, vegetales, huevos, carnes de pollo, cerdo, res, pescados, y granos como frijoles, lentejas, porotos, arroz, entre otros.