El Ministerio de Cultura informó sobre los avances de seis proyectos de restauración y conservación patrimonial en la provincia de Colón, específicamente en las áreas de Portobelo y San Lorenzo. Las obras, que incluyen edificaciones históricas como iglesias y fortificaciones coloniales, presentan distintos niveles de ejecución.
Entre ellas se encuentran las iglesias de San Felipe y San Juan de Dios, en Portobelo. También figuran el Castillo de San Lorenzo Real del Chagres, la adecuación de las laderas de Portobelo, el Castillo de Santiago de la Gloria, el Fuerte San Jerónimo y el Fuerte San Fernando.
En el caso de los proyectos para el Castillo de Santiago de la Gloria y el Fuerte de Santiago, se incluyen obras de consolidación de emergencia en estas estructuras del patrimonio militar del Caribe panameño.
Este contrato, valorado en 3.97 millones de balboas, recibió su orden de proceder el 28 de octubre de 2024. Entre los avances se reportan estudios preliminares, arqueológicos, estructurales y geotécnicos ya culminados.
Fuentes coloniales
Otro proyecto en ejecución es la conservación del Fuerte San Fernando, también ubicado en la Bahía de Portobelo. Con una inversión de 6.8 millones de balboas, el contrato fue activado en enero de 2025. Actualmente, se ha completado la limpieza de los muros, se han presentado metodologías técnicas y se desarrollan trabajos arqueológicos, geotécnicos y de topografía. Los planos de anteproyecto se encuentran en revisión por parte de las autoridades correspondientes.
De forma paralela, el Fuerte San Jerónimo, otra fortificación emblemática de Portobelo, también está siendo objeto de conservación. Su contrato, por 9.5 millones de balboas, fue activado el 17 de enero de 2025. A la fecha, se han entregado informes preliminares, se ha sometido la metodología de prospección arqueológica y los planos de anteproyecto están en revisión.
Un quinto proyecto, de carácter preventivo, se centra en el diagnóstico y diseño para mitigar riesgos de movimientos de ladera o deslizamientos en el área de Portobelo. La obra, que tiene un presupuesto de 589 mil balboas, incluyendo una adenda, registra un avance del 56 % y cuenta con informe preliminar, inventario de amenazas y anteproyecto de planos.
Los retos
Estas obras reflejan la diversidad de desafíos en la conservación del patrimonio cultural panameño, que van desde la rehabilitación de museos urbanos hasta la estabilización de estructuras coloniales frente al mar Caribe.
Las autoridades insisten en que estos procesos requieren rigurosos estudios previos, el cumplimiento de normas internacionales y una coordinación continua con las comunidades locales.

La ministra de Cultura, María Eugenia Herrera, ha planteado que uno de sus objetivos es rescatar el patrimonio cultural en esta zona. De hecho, Panamá mira hacia París, donde, del 6 al 16 de julio, se celebrará la próxima reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco.

En ese escenario internacional, el país aspira a que toda su Ruta Colonial Transístmica sea reconocida como Patrimonio Mundial. Con más de 500 años de historia, esta ruta fue un eje vital para la conexión terrestre entre el Pacífico y el Caribe durante la época colonial.
Aunque ya cuenta con sitios inscritos en la lista —como el Sitio Arqueológico de Panamá Viejo, el Casco Antiguo y las fortificaciones de Portobelo y San Lorenzo—, la intención ahora es lograr que el conjunto completo reciba el reconocimiento universal.

Por su parte, el presidente José Raúl Mulino, en su reciente discurso por el primer año de gestión, anunció que desde el Ministerio de Cultura se destinarán más de 41 millones de balboas para restaurar monumentos históricos, entre ellos el Museo Reina Torres de Araúz, el Castillo de Santiago de la Gloria y la Iglesia de Portobelo. Además, subrayó que se retomará la restauración de la Casa Wilcox, también en Colón.