Los docentes en paro indefinido desde el 23 de abril no solo rechazan la Ley 462, que reforma el sistema de jubilaciones de la Caja de Seguro Social (CSS), sino que ahora denuncian lo que consideran un nuevo atropello: la retención de sus salarios por parte de la Contraloría General de la República, un hecho que califican como un ataque directo a su estabilidad económica.
Durante una concentración realizada el 18 de junio en los predios de la iglesia del Carmen, en la vía España, los educadores exigieron respeto a sus derechos laborales y rechazaron el intento del Gobierno de sustituirlos.
“Esta caja no se vende, esta caja se defiende”, coreaban mientras condenaban la “represión policial” y expresaban su solidaridad con los docentes de Bocas del Toro y otras provincias, quienes, aseguran, sufren hostigamiento por parte de las autoridades. “Maestro y profesor son un solo educador”, se escuchaba también.
Los docentes también arremetieron contra el contralor general Anel Flores, a quien acusaron de extralimitarse al congelar salarios y cambiar arbitrariamente la condición de muchos educadores a “licencia sin sueldo”. “Usted ha secuestrado nuestros sueldos. Eso es inconstitucional”, advirtió un vocero, citando el artículo 280 de la Constitución Nacional.
De igual forma, rechazaron las declaraciones de la ministra de Educación, Lucy Molinar, sobre la posible contratación de educadores sustitutos para los que están en huelga. “No permitiremos el reemplazo ilegal de maestros panameños, violando nuestra ley orgánica”, advirtieron, llamando a los directores de escuelas a respetar el marco legal vigente.
Con una arenga y rodeado de educadores en pie de lucha, Luis Sánchez, dirigente de la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE), reafirmó que el movimiento no dará un paso atrás.
En un discurso cargado de emoción, denunció la represión, rechazó los intentos de deslegitimar la huelga y aseguró que “ni las balas, ni las campañas sucias, ni el silencio de las autoridades detendrán esta lucha”.
“Ahora quieren callarnos con balas, pero no lo lograrán. Donde cae un soldado, se levantan cien. No podemos abandonar la lucha tras 57 días”, expresó Sánchez, ante decenas de docentes que han resistido sin salario desde el inicio del paro.
Aseguró que, pese a la presión oficial, no cederán ni negociarán hasta que se derogue la Ley 462, que modifica el régimen de jubilaciones de la CSS.
Sánchez también desmintió los rumores sobre la pérdida del año escolar. “Ni la pandemia, ni la minería, ni la huelga de 2022 cerraron el año escolar. ¿Cómo va a cerrarse ahora? Somos nosotros, los verdaderos educadores, quienes sabemos cómo recuperar los contenidos”, afirmó, cuestionando la gestión de la ministra Molinar, a quien acusó de desconocer la realidad educativa.
Molinar advirtió este lunes 16 de junio que, si los docentes no regresan a las aulas al inicio del segundo trimestre, previsto para el 23 de junio, el Ministerio de Educación (Meduca) se verá obligado a tomar medidas.
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“Tenemos que asegurarnos de que cada niño tenga en su aula un docente. Es nuestra responsabilidad y debemos cumplirla”, señaló Molinar. Agregó que se esperaba que primara la conciencia, pero, ante la falta de avances, el gobierno deberá intervenir.
“A partir del lunes, ya tenemos que comenzar a tomar medidas, algo que no queremos hacer. Hubiésemos querido que la conciencia imperara, pero nos toca actuar”, manifestó la titular del Meduca.
Molinar fue enfática al afirmar que “a partir del lunes entra en peligro el año escolar”, haciendo un llamado a retomar las clases para evitar un mayor impacto en el calendario académico y en el derecho de los estudiantes a una educación continua.
Sánchez defendió la integridad del gremio docente. “No estamos cobrando sin trabajar. Muchos estamos sin recibir un solo centavo y seguimos resistiendo con dignidad. No somos nosotros los culpables de esta huelga, es el Gobierno quien provocó esta crisis”, aseguró.
Finalmente, aclaró que el reciente acercamiento con representantes del Ejecutivo y de la iglesia Católica “no es una entrega ni una negociación de la huelga”. “No permitiremos que la sangre de nuestros compañeros golpeados y asesinados quede en vano. Esta lucha va hasta las últimas consecuencias”, concluyó.
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