Bajo el lema “Panamá, tierra de oportunidades”, la mañana del miércoles la Congregación Kol Shearith Israel realizó “Mosaico 2025”, un evento que reunió a destacadas voces para compartir sus experiencias e historias sobre cómo, con esfuerzo y dedicación, convirtieron los retos en oportunidades.
La historiadora Marixa Lasso, el consultor Alejandro Fernández, la periodista y exembajadora Adis Urieta, el artista George Schiber, la presidenta de la Asociación de Directoras de Panamá, Ana Karina Smith; y el periodista José Jackson Rodríguez fueron los oradores en este evento realizado en el hotel Sheraton. Sus historias, cada una más inspiradora, fueron escuchadas con suma atención por los presentes en el salón.
Adis Urieta, por ejemplo, relató que su inspiración para ser periodista le llegó de la mano de su mamá, quien a falta de dinero para comprar libros en su casa, con mucho amor recolectaba las noticias de los periódicos, las amarraba con hilo pabilo y se las daba para que las leyera.
La historiadora Marixa Lasso dijo que mientras estudiaba en Estados Unidos un profesor le dijo que no se preocupara por tener un estilo para escribir, lo que la alentó precisamente a buscar un estilo para narrar.
Alejandro Fernández, por su parte, hizo una invitación a la audiencia para que seamos curiosos, humildes, flexibles y, sobre todo, que recuperemos la facultad de asombrarnos.
George Scribner, en su español entremezclado con inglés, nos habló de su experiencia de 40 años trabajando para Disney.
El evento cerró con la presentación de “Jackson” Rodríguez, un joven que se dio a conocer en el proyecto educativo Ayudinga y quien a través de sus “Frentiao” en el diario La Prensa busca, con un estilo didáctico, desenfadado y cercano, divulgar temas de actualidad que impactan a la sociedad y, sobre todo, a los jóvenes.
Su manera de conectar con la gente quedó una vez más demostrada cuando habló sobre su trabajo para apoyar a jóvenes privados de libertad a través de la Fundación Espacio Creativo. Jackson aseguró que las visitas al centro de detención de menores lo ayudaron a aprender mucho más de la vida y de Panamá de lo que había aprendido durante sus años de preparación académica.
“Cuando tú te sientas con ellos y conversas, te das cuenta de que su Panamá también es el nuestro... Qué locura que mi Panamá, con tantos edificios por el cielo, deje a tantos pelaos por el suelo”. Viendo esta realidad, junto a un grupo de pelaos a los que dijo admirar muchísimo, crean una organización llamada Dame un chance, en el Laboratorio Latinoamericano de Atención Ciudadana, bajo la mentoría de Nivia Roxana Castrellón.
Y lo que comenzó como una historia de empatía y resiliencia, se convirtió en una declaración de amor. Jackson habló sobre el amor que lo unió a su abuela, la maestra Mirta, y de cómo ella le enseñó a leer y escribir palabra por palabra. “Lastimosamente mi abuela falleció en el 2020, pero sus enseñanzas, lo que representó y el amor perduró más allá de su desaparición física”, dijo Jackson.
“Tal vez no pueda escucharla más, ni tampoco abrazarla, pero gracias a ella aprendí a escuchar y abrazar las historias de nuestro Panamá”.
Un día a Jackson, quien trabaja en el diario La Prensa, se le ocurrió hacer una historia de él trabajando como recolector de basura. Al llegar a la institución, se dio cuenta de que los de la basura somo nosotros, ellos son los profesionales del aseo y la salud pública. “Si no fuera por ellos, esta sociedad panameña colapsa... Historias como esta son las que puedo contar ahora que estoy trabajando en un periódico y me toca entender las diferentes facetas de nuestro Panamá y ser alguien nuevo cada día”.
En su discurso, Jackson enfatizó que “Danger Man y los héroes del 9 de enero cantaban el mismo himno. No son personas foráneas, todos somos panameños y podemos compartir las historias entre nosotros... Me queda muy claro que la violencia solo trae más violencia y que la apatía ante el dolor y el sufrimiento acompañados con el asilamiento solo trae radicalización y sed de venganza y la pregunta es qué ayudaremos a escribir y de qué lado queremos estar. Tal vez no pueda hacer mucho, pero algo es siempre es algo”, recalcó Jackson entre los aplausos de sus oyentes.
Por último, señalando la imagen de su querida abuela que aparecía en la pantalla, Jackson dejó un mensaje: “Sin ella no existiría la historia de la persona que les está hablando hoy. Ella es la persona que construyó mi historia y mi vida y mi pregunta para ustedes es qué historia y qué vida les estamos dando a las personas a nuestro alrededor. El amor perdura a través de la vida y la empatía es la base de nuestros anhelos y humanidad”.
“Tenemos que escribir nuestra historia como me enseñó mi abuela, una palabra a la vez”.