La Sociedad Panameña de Pediatría, a través de su Comité de Vacunas, realizó un llamado urgente a la población para reforzar la vacunación contra el sarampión y proteger a los niños de esta enfermedad altamente contagiosa.
El gremio médico recuerda que, actualmente, en el estado de Texas, Estados Unidos, se registra un brote significativo de sarampión, con al menos 146 casos confirmados.
“Lamentablemente, este brote ha resultado en la primera muerte infantil por sarampión en Estados Unidos en más de una década, afectando a un niño no vacunado. Esta situación subraya el peligro que representa la falta de vacunación y la rapidez con la que el virus puede propagarse en comunidades con bajas tasas de inmunización”, indica la Sociedad Panameña de Pediatría a través de un comunicado de prensa.
El sarampión no es una enfermedad leve. Puede provocar complicaciones graves como neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro) e incluso la muerte, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
La única manera efectiva de prevenirlo es a través de la vacunación, advierten los especialistas. En Panamá, el esquema de vacunación establece que todos los niños deben recibir su primera dosis de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola a los 12 meses de edad, y una segunda dosis a los 18 meses. Es fundamental que todos los padres revisen las tarjetas de vacunación de sus hijos para asegurarse de que han recibido ambas dosis.
Último caso autóctono en 1995
El último caso autóctono de sarampión en Panamá se registró en 1995. Desde entonces, solo se han reportado cuatro casos importados en 2011, sin generar transmisión secundaria, explica el gremio médico.
El Ministerio de Salud (Minsa) ha organizado campañas masivas de vacunación para cerrar brechas. Solo el año pasado se realizaron dos campañas de vacunación de sarampión, la última fue en octubre
A juicio, del gremio pediatra “gracias a estas estrategias de vacunación y vigilancia, Panamá no ha registrado brotes de sarampión en casi tres décadas”.
Sin embargo, los pediatras alertan que el riesgo de casos importados sigue latente en un mundo interconectado.