El examen de certificación básica en medicina se ha convertido en un termómetro esencial para evaluar el nivel académico de los futuros médicos del país. Con un total de más de 600 aspirantes provenientes de seis universidades oficiales y particulares, los resultados han revelado diferencias notables en el rendimiento.
Así lo muestran los resultados del examen aplicado el pasado 31 de enero de 2025, obtenidos por La Prensa del Consejo Interinstitucional de Certificación Médica del Ministerio de Salud, luego de solicitar la información a través de la Ley de Transparencia.
La prueba, estandarizada y con un criterio de aprobación definido como una nota superior al 41.5 %, busca garantizar que quienes egresan de las facultades de medicina estén mínimamente preparados para ejercer. Sin embargo, el panorama que arrojan los resultados dista de ser homogéneo. Mientras algunas universidades presentan promedios alentadores, otras aún tienen a casi la mitad de sus estudiantes reprobando, especialmente las universidades particulares.
Universidad Columbus: bajo rendimiento, incluso tras varios intentos
Por ejemplo, con 114 estudiantes que hicieron la prueba, la Universidad Columbus mostró uno de los desempeños más comprometidos. Solo 63 aspirantes lograron aprobar, equivalente al 55 % del total.
Los 51 restantes (45 %) no superaron el umbral requerido. Si bien supera por un estrecho margen el criterio mínimo, el hecho de que casi la mitad no alcanzara la nota pone en entredicho la efectividad de su plan de estudios.

Más preocupante resulta el desglose por categoría: entre los 36 estudiantes que se presentaron por primera vez, solo 19 (53 %) lograron aprobar el examen.
En cambio, entre los 78 que repitieron el examen dos o más veces, 44 (56 %) tuvo éxito. Aunque esta diferencia sugiere una mejora con la repetición, también refleja que el aprendizaje acumulado no está siendo suficiente para lograr una mayoría sólida de aprobados en el primer intento.
Universidad Latina: 41 % reprueba el examen y los repetidores empeoran
En la Universidad Latina, 236 estudiantes participaron en el examen. De ellos, 139 (59 %) aprobaron, mientras que 97 (41 %) no lo lograron. A primera vista, esta institución muestra un rendimiento moderadamente aceptable, pero al analizar los detalles se observan señales que no deben pasarse por alto.

La media de notas fue de 44.89 %, apenas unos puntos por encima del mínimo, lo que evidencia una gran concentración de calificaciones bajas. Asimismo, entre los 74 estudiantes que tomaron el examen por primera vez, 53 (72 %) aprobaron. Entre los 162 que lo repitieron, el porcentaje de aprobación bajó al 47 %, lo que contradice la lógica esperada de mejora tras más intentos.
Universidad Americana: desempeño por debajo del promedio
El panorama en la Universidad Americana es aún más complejo. Con 85 estudiantes que presentaron la prueba en enero pasado, solo 40 (47 %) lograron aprobar, mientras que 45 no alcanzaron el puntaje mínimo. La media general fue de apenas 42.17 %, prácticamente rozando el corte de 41.5 %.

Un análisis por tipo de participación revela que, de los 24 estudiantes que tomaron el examen por primera vez, la mitad aprobó. Por su parte, entre los 61 que lo repitieron, solo 28 (46 %) lograron pasar.
Interamericana y Unachi: señales alentadoras
Dos universidades mostraron un desempeño alentador. En la Universidad Interamericana, el 72 % de los 53 estudiantes aprobó. La media general fue de 45.33 %, lo cual, aunque aún cercana al mínimo, refleja una mejora considerable con respecto a otras instituciones privadas.

En la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi), 22 de los 30 estudiantes pasaron la prueba, es decir, un 73 %. Cabe resaltar que todos los participantes presentaban el examen por segunda vez o más, lo que podría indicar un fuerte componente de persistencia académica y mejoría progresiva. La media de 53.29 % refleja una preparación más sólida y un rendimiento superior al promedio nacional.

Universidad de Panamá: rendimiento sobresaliente
La gran excepción es la Universidad de Panamá, donde el 100 % de los 97 estudiantes aprobó el examen. La media fue de 63.76 %, muy por encima del promedio nacional, con calificaciones que no solo superaron el corte, sino que se distribuyeron en rangos altos.
Este rendimiento se mantuvo tanto entre los estudiantes de primera vez como entre los de segunda o más repeticiones. Los 17 de primera vez aprobaron todos, al igual que los 80 que lo intentaron en una segunda ocasión o más.

El contraste entre universidades públicas y privadas es notorio: mientras la Universidad de Panamá y la Unachi superan el promedio con holgura, instituciones como Columbus, Latina y Americana presentan tasas de aprobación apenas por encima del umbral mínimo, o incluso por debajo de él. Además, los datos evidencian que, en varios casos, repetir el examen no mejora significativamente los resultados, lo que sugiere debilidades persistentes en los procesos de enseñanza y acompañamiento académico.
Una observación interesante del informe es que no siempre repetir el examen garantiza una mejora sustancial. Mientras en algunos casos como Interamericana y Unachi se observa una mejoría clara, en otras universidades los resultados se mantienen estancados o incluso empeoran entre quienes repiten.
El hecho de que universidades públicas como la de Panamá y la Unachi lideren en desempeño, mientras varias privadas muestran tasas altas de reprobación, revive el debate sobre la calidad de la educación superior y la equidad en el acceso a una formación de excelencia.
Aunque muchas universidades privadas cuentan con tecnología y recursos, los resultados sugieren que esos elementos no garantizan, por sí solos, una educación efectiva. La diferencia podría estar en la estructura curricular, en la calidad del cuerpo docente o en los mecanismos de seguimiento académico que se implementan a lo largo de la carrera.
Tras las publicaciones iniciales de este medio en febrero pasado sobre los resultados del examen, varias universidades privadas respondieron con comunicados en los que rechazaron la interpretación de los datos. Alegaban que las publicaciones buscan desprestigiar la formación de sus egresados, basándose —según sus palabras— en información parcial y no obtenida por canales oficiales.

Durante más de una década, los resultados de esta prueba, que mide la calidad de la educación médica en el país, han sido un misterio para la opinión pública, a pesar de su importancia para garantizar la adecuada formación de los futuros profesionales de la salud.
La prueba de certificación básica en medicina es un instrumento que busca asegurar que los médicos recién graduados que aspiran al internado cuenten con los conocimientos mínimos necesarios para ejercer con seguridad y calidad. Sin embargo, las cifras demostraron que una proporción preocupante de egresados, especialmente de universidades privadas, no logra alcanzar el nivel requerido.
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