Un nuevo episodio de tensión surge entre China y Estados Unidos. Ahora, el gigante asiático ha alertado a sus empresarios, ejecutivos y expertos en inteligencia artificial para que se abstengan de viajar a territorio estadounidense por razones de seguridad.
El diario The Wall Street Journal reveló este sábado 1 de marzo que “las autoridades chinas están ordenando a los principales empresarios e investigadores de inteligencia artificial que eviten visitar Estados Unidos, dijeron personas familiarizadas con el asunto, lo que refleja la visión de Beijing de la tecnología como una prioridad económica y de seguridad nacional”.
El informe señala que las autoridades temen que los expertos chinos en inteligencia artificial que viajen al extranjero puedan divulgar información confidencial sobre el progreso del país.
Además, existe una gran preocupación de que ejecutivos chinos puedan ser detenidos, como ocurrió en 2018 durante el primer gobierno de Donald Trump con el arresto de Meng Wanzhou, heredera de Huawei, quien permaneció en arresto domiciliario en Canadá durante tres años a petición de Estados Unidos.

Ese caso evidenció las fuertes tensiones entre China y EU, durante el primer gobierno de Donald Trump, por lo que no resulta sorprendente que Pekín tome ahora medidas de precaución cuando las tensiones están de nuevo en su máxima expresión.
En ese momento, se calificó como una guerra fría tecnológica, que no se ha detenido y ha pasado por varias etapas, como la prohibición y el veto a los servicios de Huawei en Estados Unidos, lo que impidió que la empresa asiática siguiera utilizando el sistema operativo Android desarrollado por Google en sus dispositivos móviles.
Otro episodio de esta guerra ocurrió con TikTok, que fue investigada por presuntas filtraciones de datos y posteriormente prohibida también por Donald Trump en sus primeros días de gobierno este año, aunque luego fue nuevamente autorizada. Incluso el CEO de TikTok estuvo en la investidura presidencial de Trump.

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La nueva etapa de la guerra por la IA
La guerra tecnológica entre Estados Unidos y China ha evolucionado. Antes centrada en el control del mercado de semiconductores, sigue marcada por la disputa por insumos clave, como las tierras raras presentes en Ucrania, Rusia, Vietnam y Brasil, esenciales para la fabricación de baterías, chips y tecnologías avanzadas.

Estados Unidos busca asegurar su acceso a estos recursos mediante alianzas estratégicas, como el acuerdo propuesto a Ucrania, que no pudo concretarse debido a diferencias entre Donald Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. Mientras tanto, China sigue dominando la producción y el refinamiento de estos materiales.
Ahora, el conflicto también se extiende a los aranceles sobre bienes exportados por China a Estados Unidos, al control de las redes sociales, la ciberseguridad y la inteligencia artificial, en especial la generativa, capaz de crear y desarrollar contenido de manera autónoma.
Además, la competencia se intensifica en sectores emergentes como la computación cuántica y la nanotecnología, fundamentales para el liderazgo tecnológico del futuro.
En los últimos meses, la rivalidad entre Estados Unidos y China por el dominio de la inteligencia artificial se ha vuelto aún más evidente.
El surgimiento de DeepSeek, el chatbot desarrollado por la empresa china de inteligencia artificial DeepSeek, lanzado en enero de este año, ha superado a ChatGPT de OpenAI en descargas, convirtiéndose en la aplicación gratuita más popular incluso en dispositivos Apple. Su impacto también ha afectado el valor de las acciones de Nvidia.