El asilo otorgado por el mandatario colombiano Gustavo Petro al expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009–2014), condenado por blanqueo de capitales, ha generado perplejidad en sectores políticos y periodísticos de Colombia.
Desde Miami, Estados Unidos, el periodista colombiano Daniel Coronell, conocido por sus investigaciones sobre corrupción y abuso de poder en América Latina, ofreció una entrevista exclusiva a La Prensa para analizar el impacto de esta controvertida decisión.
“Lejos de honrar la tradición de asilo que ha tenido Colombia, esta decisión la contradice”, afirmó Coronell. A su juicio, el gobierno colombiano ha amparado a un delincuente común, condenado en doble instancia, que busca evadir la justicia de su país y no a un perseguido político. “Eso es lo que representa Martinelli”, sentenció el periodista.
Coronell trazó un paralelo entre este caso y el de María del Pilar Hurtado, exdirectora del antiguo Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), quien se refugió en Panamá aduciendo persecución política, cuando en realidad estaba requerida por la justicia colombiana por delitos comunes. “Esto no es nuevo, pero no deja de ser grave”, comentó.

El periodista fue enfático al señalar que concederle asilo a una figura como Martinelli envía un mal mensaje a toda la región. “En vez de fortalecer la lucha contra la corrupción, este gesto la debilita. Petro, que antes denunciaba abiertamente a Martinelli, hoy lo protege”, dijo.
Recordó casos emblemáticos donde el asilo político en Colombia fue una herramienta legítima para defender a perseguidos, como Víctor Raúl Haya de la Torre o Pedro Carmona, perseguidos políticos en Perú y Venezuela, respectivamente. “Nada de eso se parece a este caso. Martinelli fue condenado por desviar fondos públicos”, recalcó.
Motivaciones políticas
Cuando se le preguntó si ve motivaciones políticas o geopolíticas en esta medida, Coronell fue prudente, pero dejó abierta la posibilidad de que haya un trasfondo que aún no se conoce. Reveló que le escribió directamente a Gustavo Petro y que el presidente le respondió que el asilo buscaba “estrechar la asociación con todo el pueblo de Panamá”.
“Eso no tiene sentido. Este asilo no es un gesto hacia el pueblo panameño, sino una forma de proteger a un político condenado. No es un perseguido político, es un corrupto que encontró refugio”, insistió Coronell, con tono de indignación.
El gobierno de Colombia concedió asilo al expresidente Ricardo Alberto Martinelli Berrocal. pic.twitter.com/aH4DxGHuAY
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) May 11, 2025
Sobre el impacto diplomático, Coronell señaló que, paradójicamente, el nuevo presidente de Panamá, José Raúl Mulino, es cercano a Martinelli y podría incluso ver con alivio su salida del país. “A él le conviene tener a Martinelli lejos y menos activo políticamente. Pero Petro sí pierde autoridad moral con esta decisión”, puntualizó.
¿Quién pierde?
El periodista fue tajante al afirmar que tanto Colombia como Panamá pierden con este episodio. “Panamá pierde porque se burla su sistema judicial, y Colombia pierde por manchar su tradición de asilo político. El único que gana es Martinelli”, remarcó.
En cuanto a la reacción dentro de Colombia, Coronell describió un clima de desconcierto. “No sólo porque rompe con la tradición diplomática, sino porque es un personaje que estaba en las antípodas ideológicas de Petro. Eso genera confusión en todos los sectores”, explicó.

Comentó que el tratamiento mediático fue discreto, en parte por tratarse de un fin de semana, pero también porque el gobierno manejó el asunto con cierta opacidad. “Se hizo casi de forma clandestina, en la oscuridad, lo cual impide el escrutinio público”, señaló.
Además, criticó el comportamiento de Martinelli a su llegada a Bogotá, donde fue recibido por el embajador de Panamá y se dejó ver en actividades públicas. “No se veía enfermo como decía estar. Al parecer, los 2.800 metros de altura de Bogotá lo curaron de repente”, ironizó.
La contradicción
Coronell no pasó por alto la contradicción moral de este caso. “El mismo Martinelli fue quien otorgó asilo a María del Pilar Hurtado, quien interceptó ilegalmente las comunicaciones de Petro cuando era opositor. Y ahora Petro lo protege. Es una paradoja política incomprensible”, subrayó.
Agregó que, en Colombia, todos los actos administrativos son susceptibles de revisión, por lo que no descarta que el asilo pueda ser impugnado en instancias judiciales. “Estoy seguro de que pronto habrá voces que lo cuestionen jurídicamente”, anticipó.
Para Coronell, este episodio golpea la ya mermada credibilidad del gobierno de Petro. “Es una inconsistencia grave. No contribuye en nada a fortalecer la imagen de un gobierno que prometió combatir la corrupción”, advirtió.
La entrevista concluyó con una última reflexión del periodista: “Me sorprendió y me desconcertó. Todo apunta a que el asilo fue tema de discusión en la visita de Petro a Panamá, aunque nos dijeron otra cosa. Me cuesta creer que no haya un intercambio de favores detrás de esta decisión. Y si lo hay, tarde o temprano lo sabremos”.