El gobierno de Nicaragua ha asumido una postura contradictoria respecto al asilo político del expresidente Ricardo Martinelli. Por un lado, le concedió asilo, pero al mismo tiempo se niega a permitir su ingreso al país debido a una supuesta alerta de la Policía Internacional (Interpol). La copresidenta nicaragüense Rosario Murillo defendió esta decisión el lunes, argumentando que su gobierno no acepta a personas con alertas internacionales, una postura que contrasta con decisiones previas del régimen sandinista.
En el pasado, Nicaragua otorgó asilo y nacionalidad a otros dos exmandatarios de El Salvador que enfrentaban procesos judiciales en sus países de origen. Uno de ellos tenía, en ese momento, una orden de captura internacional.
Este es el caso de Salvador Sánchez Cerén, expresidente de El Salvador (2014-2019), a quien Nicaragua le otorgó la nacionalidad en julio de 2021. En ese entonces, Sánchez Cerén tenía una alerta roja de Interpol por acusaciones de corrupción y malversación de fondos por unos $350 millones, según la fiscalía salvadoreña. Sin embargo, al obtener la nacionalidad nicaragüense, su extradición quedó descartada e Interpol retiró su nombre de la lista roja de búsqueda y arresto en septiembre de 2021, ya que la Constitución de Nicaragua prohíbe la entrega de sus ciudadanos a otros países.
De acuerdo con reportes periodísticos de medios salvadoreños de aquella época, Interpol retiró la alerta roja contra Sánchez Cerén basándose en sus estatutos, que prohíben intervenir en casos con implicaciones políticas. Esta decisión le permitió al exmandatario y a su familia permanecer en Nicaragua sin riesgo de detención, consolidando su refugio en el país centroamericano.
De manera similar, en julio de 2019, el gobierno de Daniel Ortega le otorgó la nacionalidad nicaragüense a Mauricio Funes (q.e.p.d.), expresidente de El Salvador entre 2009 y 2014. Funes había solicitado asilo en 2016 tras ser acusado de desviar más de $351 millones durante su mandato. Aunque las autoridades salvadoreñas intentaron extraditarlo, su nueva ciudadanía le brindó protección ante cualquier solicitud de captura. Funes permaneció exiliado en Nicaragua hasta su muerte en enero de 2025.
El salvoconducto otorgado por el gobierno de José Raúl Molino a Martinelli vence a la medianoche de este lunes.