Louis Sola, actual presidente de la Comisión Marítima Federal (FMC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, tiene una trayectoria vinculada a Panamá.
Desde noviembre de 2018, forma parte de esta agencia encargada de regular el comercio marítimo exterior de su país. Antes de asumir ese cargo federal, colaboró en operaciones de contrainteligencia y lucha contra el narcotráfico en distintos países, incluido Panamá, según su perfil en el sitio oficial de la FMC.
En 2005, Sola dirigió Evermarine, una empresa dedicada a la compraventa de embarcaciones de lujo y megayates.
Evermarine fue inscrita en junio de 2005 en el Registro Público, pero está disuelta desde febrero de 2012. En esta sociedad, Sola aparecía como secretario y Zulay Ulloa como tesorera. Ulloa ostenta el mismo cargo en Amador Marina, S.A., la sociedad promotora de una marina privada en isla Flamenco, donde antes se construiría una base aeronaval del Ministerio de Seguridad.
Pese a su disolución, Evermarine seguiría operando en Miami, Estados Unidos.
En 2017, Evermarine apareció en la lista de personas jurídicas con una morosidad de tres años consecutivos en el tributo de la tasa única, elaborada por la Dirección General de Ingresos (DGI) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Una faceta militar
De acuerdo con su historial en la FMC, Sola prestó servicio en el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos como especialista en inteligencia y lingüista en español. Supuestamente participó en misiones en Panamá durante la denominada guerra contra las drogas en la década de 1990.
Tras su paso por el ejército, entre 1998 y 2004, residió junto a su familia en la antigua Zona del Canal de Panamá.
Sola fue apoderado de Amador Marina hasta el 3 de septiembre de 2018; en noviembre de ese año, fue designado como comisionado de la FMC.
El mismo día que se revocó el poder de Sola, su hija Carolyn se convirtió en la presidenta de la sociedad. Su hijo Anthony ingresó como secretario el 19 de agosto de 2021.
La madre de Carolyn y Anthony Sola es Luisa Riley Puga, funcionaria del Ministerio de la Presidencia desde el 2 de julio de 2009; por tanto, ingresó a esa entidad cuando Ricardo Martinelli tomó posesión como gobernante (2009-2014).
Luisa tiene el cargo de coordinadora de planes y programas. Empezó ganando $2,800 mensuales. En 2012, su salario se elevó a $3,000, que es lo que devenga en la actualidad.

Con Martinelli, dirigió el programa de nutrición del extinto Fondo de Inversión Social (FIS), entidad que gestionó varias compras, incluido el contrato de $14 millones para la distribución de alimentos deshidratados en los colegios del Ministerio de Educación (Meduca). Sin embargo, ella no fue investigada ni enfrentó cargos por las irregularidades en el manejo de este programa.
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Aunque todavía figura en la planilla de la entidad (según el nodo de transparencia actualizado hasta el 14 de febrero pasado), el presidente José Raúl Mulino y el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, ordenaron su destitución el 29 de enero pasado. Esto fue posible porque el de Luisa era un cargo de libre nombramiento, “fundado en la confianza de sus superiores y a que la pérdida de dicha confianza acarree la remoción del puesto que ocupan”, según consta en el decreto ministerial que deja sin efecto su nombramiento.
Contra dicho decreto ministerial cabe un recurso de reconsideración. Como su nombre todavía figura en la planilla, es de suponer que se presentó dicho recurso.
El padre de Luisa era Enrique Riley Puga, quien en 2006 fue vicepresidente de Cambio Democrático (CD), el partido que fundó Martinelli.
Antes de unirse al CD, Riley Puga fue miembro del Partido Revolucionario Democrático (PRD) hasta 1999, y llegó a ocupar un escaño en la Asamblea Legislativa. Entre 1995 y 1998, Riley Puga presidió la comisión legislativa de Educación y Cultura de la Asamblea Nacional, un período en el que Laurentino Cortizo también ejercía como diputado del PRD.